La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres que marca el final de la menstruación y, con ella, la etapa reproductiva. Pese a que a veces está asociada a muchos tabúes o preocupaciones, se trata de un proceso de cambio normal que el cuerpo atraviesa en varias fases. Sin embargo, si no se habla del tema, difícilmente podrán las mujeres comprender que están atravesando un proceso natural. Además, tampoco podrán prevenir algunos cambios o mitigar los síntomas.
Por ello, la popular farmacéutica y experta en menopausia, Marta Masi, ha acudido al podcast ‘La Huella de la Piel’, en el que ha charlado con su presentadora, María Velasco, sobre las principales características de esta etapa y cómo enfrentarlas. Pero, para poder tratar el tema, es necesario conocer el significado de cada situación. “Una mujer entra en la menopausia cuando lleva 12 meses sin regla. Todo lo que rodea a ese día se llama perimenopausia, que no es lo mismo que premenopausia”.
"Una mujer entra en la menopausia cuando lleva 12 meses sin regla"
De hecho, la perimenopausia engloba la premenopausia, la menopausia en sí y la postmenopausia. Generalmente, la menopausia como tal suele empezar en torno a los 51 años, pero entre seis y ocho años antes las mujeres empiezan a experimentar ciertos cambios y síntomas. Esta situación evidencia la necesidad de comenzar a prevenir o a preparar el cuerpo, “con el objetivo de no tener una bofetada de síntomas cuando llega la menopausia”.
Pero, ¿cuáles son estos síntomas? La experta señala que uno de los principales tiene que ver con la menstruación. “Aproximadamente cinco o seis años antes empiezas a notar que tienes tu ciclo cada 15 o cada 20 días, en vez de cada 28. Sin embargo, también puede ocurrir al revés: en vez de 28, son 40 días. Cuando empiezas a experimentar esto, ya estás en perimenopausia”.
LA PIEL, GRAN PERJUDICADA EN LA MENOPAUSIA
Durante la perimenopausia, aparecen otros cambios que pueden indicar que estamos entrando en esa fase. Por ejemplo, aumenta la retención de líquidos, la irritabilidad, la dificultad para concentrarse o la dificultad para dormir. Sin embargo, los síntomas también pueden hacerse visibles para los demás, pues la menopausia afecta al órgano más grande del cuerpo: la piel. “Con la bajada de estrógenos que tiene lugar en esta etapa, empiezas a sintetizar menos colágeno y elastina. Todo ello hace que la piel esté más seca y menos nutrida. Además, también se ralentiza la renovación celular”.
Por otro lado, la retención de líquidos característica se refleja mucho en las bolsas, y el pelo se vuelve más frágil, débil y con menos brillo. “Tenemos más riesgo de alopecia androgenética o frontal fibrosante, que se observa cuando cada vez se va asomando más la frente”. La buena noticia es que es posible mitigar muchos de estos síntomas. Por ejemplo, podemos tomar colágeno u omega 7 por vía oral, así como exfoliar la piel de dos a tres veces por semana. “Es fundamental que te cuides tanto con cremas como por vía oral”.
"El problema radica en la sintomatología que no ves, porque te puede matar"
LOS SÍNTOMAS INVISIBLES, PELIGROSOS
La experta señala la importancia de visibilizar no solo los síntomas visibles, sino también los invisibles, y pone el foco en los peligros que entrañan. “Los cambios en la piel, el pelo, la irritabilidad o los sofocos son síntomas que se pueden notar y, por ello, pueden abordarse. El problema radica en la sintomatología que no ves, porque te puede matar”. En concreto, MartaMasi se refiere al aumento del riesgo de infarto ante la disminución de estrógenos, de diabetes tipo 2 por la resistencia a la insulina o de fracturas debido a la osteoporosis. “De esto no se habla tanto y es peligroso”.
Por ello, es fundamental adoptar una serie de medidas o cambios en los hábitos de vida. Por ejemplo, en cuanto a la nutrición, el ayuno puede ser una buena opción para controlar el peso. El ejercicio de fuerza también va a ser un gran aliado ya que, aumentando el músculo, se aumenta la protección de los huesos. Además, es importante realizarse chequeos médicos y tomarse la tensión con regularidad. “Es muy importante acudir a un experto que, además, te aconsejará suplementos y medidas en función de las medicaciones que estés tomando”.
Siguiendo estos consejos, abordando la situación con naturalidad y pidiendo información, todas las mujeres pueden llegar a esta etapa en la mejor forma posible. Además, si nos preparamos con tiempo, podremos conseguir en muchos casos que los síntomas no sean tan intensos y, sobre todo, que sean más llevaderos.