El consumo de alcohol está profundamente normalizado en la sociedad, pero sus efectos pueden ser mucho más perjudiciales de lo que solemos imaginar. En temas de sueño y salud mental, el alcohol se erige como un enemigo silencioso que afecta tanto nuestra capacidad para descansar como la manera en que procesamos emociones y enfrentamos el estrés. Si alguna vez has sentido cansancio constante, dificultad para concentrarte o has notado un declive en tu salud emocional, reducir o evitar el consumo de alcohol puede ser un paso crucial para mejorar tu bienestar general.
En este sentido, la Dra. Isabel Viña, conocida en redes sociales como @isabelvina, abordó este tema en un vídeo de Instagram. El mensaje es claro: “Sabemos que lo mejor siempre será no tomar alcohol. Pero, si tienes problemas de sueño, fatiga, dificultad para recordar o tu salud mental está resintiéndose, minimizar su consumo puede beneficiarte en todos estos aspectos”.
"Sabemos que lo mejor siempre será no tomar alcohol"
El problema central del alcohol es el etanol, una sustancia presente en todas las bebidas alcohólicas en distintas concentraciones. Cuanto más etanol contenga una bebida o más consumas, peor será para tu salud. Incluso pequeñas cantidades pueden tener efectos negativos.
EL IMPACTO DEL ALCOHOL EN EL SUEÑO
Muchas personas creen que el alcohol ayuda a conciliar el sueño. Sin embargo, la realidad es diferente. “Aunque parezca que a priori el alcohol te permite dormir, lo que realmente hace es fragmentar nuestro descanso. Tras su consumo, experimentamos microdespertaresnocturnos, aunque no seamos conscientes de ello. Esto impide que se completen las fases normales del ciclo del sueño, necesarias para la regeneración y renovación celular”, explica la doctora.
Además, el alcohol suprime una de las fases más importantes del sueño: la REM. “Durante la fase REM, nuestro cerebro procesa las emociones, lo que nos ayuda a ver situaciones con perspectiva al día siguiente. Al suprimir esta etapa, el alcohol no solo interfiere en este procesamiento, sino que también incrementa el riesgo de desarrollar ansiedad y depresión”, comenta la Dra. Viña.
La falta de sueño reparador y el procesamiento emocional deficiente pueden derivar en un estado mental deteriorado. Esto, a su vez, puede llevar al uso de medicamentos para la ansiedad o la depresión. “Este escenario podría empeorar el consumo de alcohol y generar un círculo vicioso dañino para tu salud mental y emocional”, advierte.
"Durante la fase REM, nuestro cerebro procesa las emociones, lo que nos ayuda a ver situaciones con perspectiva al día siguiente"
Si decides consumir alcohol, es importante compensar esta práctica priorizando otros hábitos saludables, como mantener una buena rutina de ejercicio, una alimentaciónequilibrada y prácticas de higiene del sueño. Sin embargo, la recomendación principal es evitar el alcohol si estás enfrentando problemas desueño o salud mental.
Tomar conciencia de los efectos del alcohol sobre el sueño y la salud mental es el primer paso para proteger nuestro bienestar. Aunque pueda ser difícil reducir su consumo, los beneficios a nivel físico y emocional hacen que valga la pena el esfuerzo.