Las altas temperaturas propias del verano provocan que las piscinas, lagos y playas sean uno de los principales aliados en la época estival. Largas tardes en el agua que consiguen reducir, aunque sea mínimamente, el desesperante calor. Sin embargo, no todo son ventajas, también existen ciertos peligros que pueden acabar provocando consecuencias muy graves como por ejemplo los ahogamientos.
Precisamente, el Hospital Universitario Virgen del Rocío ha lanzado una nueva campaña en torno a esta cuestión. Concretamente, se tratan de una serie de consejos para prevenir la segunda causa de mortalidad por accidentes en niños y de daño cerebral en adolescentes.
Mediante un vídeo en redes, los especialistas del hospital señalan la necesidad de que las piscinas cuenten con vallas alrededor, que un adulto siempre esté atento a los más pequeños ante posibles actividades peligrosas, y llevar a los mayores de un año a clases de natación.
En el caso de encontrarse ante una situación de máximo peligro por ahogamiento recalcan que el chaleco salvavidas es una de las mejores opciones, mientras que los manguitos y flotadores no se deben utilizar bajo ningún concepto.
Por último, destacan el método conductual PAS, es decir, Proteger, Avisar y Socorrer. Tres de las funciones necesarias que debe asumir cualquier persona que actúen en caso de accidente o en situación de emergencia, como puede ser un ahogamiento.