La Fundación Española del Corazón ha publicado en X (antes Twitter) una dieta dirigida a todas aquellas personas que padecen algún tipo de enfermedad coronaria. Desayuno, media mañana, comida, merienda y cena para que puedan cuidar su salud cardiovascular, especialmente si han sufrido un infarto o angina de pecho.
Una de las bases de esta dieta son los hidratos de carbono, ya que representan el 55% de las calorías totales. Para alcanzar este porcentaje, la FEC señala que es “fundamental” aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales; de hecho, al menos cinco raciones diarias deben provenir de este grupo de frutas y verduras.
Después, las proteínas aportarán alrededor del 15%. Estas están presentes en carnes, pescados, huevos, aves, legumbres y lácteos.
MUCHO CUIDADO CON LAS GRASAS
Por último, las grasas no deben cubrir más del 30% restante del total de calorías, por lo que resulta clave distribuir los ácidos grasos de manera saludable, favoreciendo así la presencia de ácidos grasos insaturados y limitando la cantidad de ácidos grasos saturados y colesterol.
Hay, en total, tres tipos de ácidos grasos. El ácido graso saturado se encuentra en los alimentos de origen animal, como los lácteos enteros, quesos, carnes, mantequilla o aves, así como en algunos aceites vegetales, como el de coco, palma y palmiste, que son utilizados frecuentemente en productos industrializados y bollería. Según apunta la FEC en un artículo que acompaña a la publicación, estas grasas saturadas deben aportar entre un 8 y un 10% del total de calorías, siendo necesario, en algunos casos, reducir a menos del 7% las calorías diarias.
Algunos cambios en la selección de estos alimentos para llegar al objetivo, recomienda la FEC, pueden ser reemplazar los lácteos enteros por semidesnatados o desnatados, retirar la grasa visible de las carnes y la piel de las aves, sustituir la mantequilla por aceite de oliva y utilizar métodos de cocción como el hervido, el vapor, el asado o la plancha.
Por su parte, los ácidos grasos polinsaturados no deben sobrepasar el 10% de las calorías diarias. En este grupo están incluidos los ácidos grasos omega 6 de las semillas y cereales y los omega 3, presentes en pescados azules como las sardinas, el salmón, el jurel y la caballa. De hecho, la FEC recuerda que es muy saludable consumir entre 3 y 5 raciones semanales de pescado, procurando que al menos una de ellas sea de pescado azul.
El último grupo de ácidos grasos son los monoinsaturados, que aportarán hasta el 15% de las calorías totales. “El aceite de oliva y los frutos secos son ricos en estos ácidos grasos. Resulta muy saludable incorporar este aceite en la alimentación habitual, principalmente en reemplazo de ácidos grasos saturados”, recalcan.
COLESTEROL Y POCAS CANTIDADES
Otro aspecto que deben tener en cuenta de manera imprescindible es el colesterol, que se encuentra solamente en productos de origen animal y debe suponer menos de 200 o 300 miligramos al día. También lo es el sodio, que se encuentra sobre todo en la sal y debe ser restringido según la prescripción dietética. “Es conveniente cocinar sin sal, utilizando en su lugar condimentos como ajo, cebolla, tomillo, clavo de olor, pimienta u orégano”.
Para complementar la dieta, y además de poner en práctica hábitos cardiosaludables como dejar de fumar y hacer ejercicio, recomiendan seguir el hábito alimentario de realizar comidas de poca cantidad, con, como se mencionaba al comienzo del artículo, cinco ingestas diferentes a lo largo del día: desayuno, media mañana, comida, merienda, cena. “Este fraccionamiento contribuye a que el gasto cardiaco necesario para metabolizar los alimentos sea menor”, sentencian.