El doctor Antelm Pujol (@AntelmPujol) ha compartido en X un estudio elaborado por la Facultad de Medicina Duke – NUS de posgrado Singapur y la Universidad Nacional de Singapur, que ha concluido que “empezar las clases a las 8 de la mañana no favorece el rendimiento académico ni el descanso”. Se trata de una investigación elaborada en más de 39.000 estudiantes.
El estudio se ha publicado en la revista ‘Nature’ y ha probado con resultados cómo “empezar las clases a las 8 de la mañana se asocia a dormir una hora menos por día, una menor asistencia a clase y a un peor rendimiento cognitivo”, señala el experto. Sin embargo, un buen descanso y un sueño reparador son esenciales para conseguir mejores resultados académicos.
Los autores del estudio destacan que “el sueño inadecuado perjudica los procesos de atención y memoria”, algo que impacta en la capacidad de aprendizaje de los alumnos, quienes más bien practican el presentismo o, directamente, las ausencias en clase. Además, los expertos señalan que un descanso deficiente trasciende más allá que a su rendimiento cognitivo y académico, pues “su efecto en las calificaciones pueden tener consecuencias a largo plazo en las oportunidades de empleo de los estudiantes, en las calificaciones de desempeño laboral y en el salario”.
MEDICIONES A TRAVÉS DE LOS DATOS DE CONEXIÓN WI-FI
El estudio ha utilizado los datos de conexión Wi-Fi de los más de 39.000 alumnos durante seis semestres para estimar las tasas de asistencia de los estudiantes, encontrando que la asistencia a las conferencias confirmada por Wi-Fi fue menor en las clases que daban comienzo en horas más tempranas y que muchos estudiantes dormían con frecuencia después del inicio de las clases por la mañana.
Asimismo, el estudio elaborado ha determinado que los horarios de inicio de clases más tempranos se asociaron con menores oportunidades de dormir y con sueños más cortos, así como que los estudiantes con clases matutinas durante más días por semana tuvieron un promedio de calificaciones más bajo.