En los últimos años, ha aumentado el número de profesionales sanitarios que a través de las redes sociales informan, denuncian y desmitifican aspectos del ámbito de la salud. Una de estas figuras es Héctor Castiñeira. Este enfermero gallego se ha convertido en un referente sanitario gracias a su cuenta en Twitter e Instagram, y recientemente en TikTok, conocido bajo el seudónimo de Enfermera Saturada. En estas redes, con toques de humor, divulga sobre consejos sanitarios y denuncia iniciativas ligadas a las pseudoterapias.
Una de sus últimas críticas se centra en el peligro de las clínicas médicas no reguladas. Infecciones, reacciones alérgicas, deformidades, necrosis o incluso la muerte por el uso de sustancias o técnicas inadecuadas o sin control sanitario son las consecuencias de realizar prácticas sin un mínimo de seguridad. Esto es lo que, en esta ocasión, el influencer denuncia en su cuenta de Twitter.
“Huid de este tipo de clínicas sin mirar atrás. Te ahorras algo de dinero, cierto, pero literalmente te juegas la vida. Un ventilador, el pelo fuera, sin monitorización, en una consulta… ni una cosa bien. No sé ni cómo lo graban y lo comparten”. Estas fueron sus palabras tras analizar unas prácticas inseguras realizadas por la Dra. Rubiron, quien en la descripción de su cuenta de Facebook se presenta como "médico cirujano, diplomada en medicina estética" que trabaja en México.
“Te ahorras algo de dinero, cierto, pero literalmente te juegas la vida”
Estas prácticas, denunciadas de manera pública por el influencer, pueden dañar la salud de los pacientes. Utilizar un ventilador durante una intervención aumenta el riesgo de infección, altera la temperatura y la humedad de la zona quirúrgica, y puede llegar a interferir con el funcionamiento de los equipos eléctricos o electrónicos que se utilizan durante la intervención. Resguardar de manera correcta el cabello evita la contaminación de la zona quirúrgica con microorganismos que puedan causar infecciones. Otro de los motivos se debe a que el cabello puede interferir con la visión del cirujano o con el funcionamiento de los instrumentos.
Por otro lado, no realizar una correcta monitorización, sin valorar las funciones vitales del paciente, como el ritmo cardíaco, la presión arterial, la saturación de oxígeno o la temperatura corporal puede ser el resultado de una catastrofe. La monitorización permite detectar y prevenir posibles complicaciones durante la intervención, como el sangrado excesivo, el shock, la hipoxia o la hipotermia.
Héctor Castiñeira finaliza el tweet dejando claro lo nocivo que es para el paciente que le realicen una intervención de ese tipo en una consulta. Este no es un lugar adecuado para realizar una intervención estética, ya que no cuenta con las condiciones de higiene, seguridad y equipamiento necesarias para garantizar el éxito y el bienestar del paciente.