Tras vivirlo en primera persona, el ginecólogo Carlos de Bonrostro (@CDeBonrostro) ha querido explicar en un hilo de X, antiguo Twitter, “un caso clínico de una complicación gestacional excepcional, pero extremadamente grave que aparece en periodo perinatal”. Se trata de la embolia de líquido amniótico, un problema “terrible” que se queda “grabado a fuego en la memoria” de todos los profesionales que se encuentran con un caso así.
La embolia de líquido amniótico “es una complicación rara, pero demoledora por el mal pronóstico materno-fetal”. Se manifiesta con un colapso materno sin causa aparente durante el período perinatal que, según el experto, va acompañado de una “tríada característica”: hipotensión/PCR (caída de la presión arterial / paro cardiorrespiratorio), hipoxia aguda (disminución del aporte de oxígeno) y coagulopatía (alteración de la coagulación de la sangre).
Como evento excepcional, su incidencia es muy baja y sólo se producen unos 1,7 – 5,5 casos por cada 100.000 embarazos. Sin embargo, es la quinta causa de muerte materna, por detrás del tromboembolismo, la hemorragia postparto, el suicidio y la sepsis. Además, existen múltiples factores de riesgo para su aparición, pero su asociación es inconstante”, indica el ginecólogo. Destacan los siguientes:
- Edad materna > 35 años
- Feto varón
- Gestación múltiple
- Polihidramnios
- Eclampsia
- Rotura uterina
- Placenta previa
- Inducción de parto
- Cesárea
Además, se han estudiado dos teorías para explicar la embolia de líquido amniótico. La primera de ellas es la teoría mecánica, por la que “las células amnióticas y vermis fetal entran en la circulación materna ocluyen los vasos sanguíneos”. También se encuentra la teoría inmunológica que, “similar a una reacción anafiláctica, explicaría los trastornos de coagulación”.
“El pronóstico materno-fetal no es favorable en muchos casos”
Adicionalmente, otras voces han propuesto la teoría bifásica, en la que “habría una primera fase con entrada de material fetal en circulación pulmonar materna, que causaría vasoespasmo pulmonar transitorio”. Esta conduce a una hipertensión pulmonar aguda y disfunción del ventrículo derecho del corazón con hipoxemia (bajo nivel de oxígeno en sangre).
Precisamente, la “hipoxemia sería la causante de la crisis convulsiva que puede presentarse al inicio del cuadro”, explica el doctor. En la segunda fase de la teoría bifásica es cuando aparecen la disfunción del ventrículo izquierdo, probablemente “por hipoperfusión arterial secundaria a hipoxemia”, el edema pulmonar y la coagulopatía.
El ginecólogo señala que estos casos clínicos se quedan “grabados a fuego” en los profesionales que los atienden por su forma típica de presentación, ya que hay hipotensión (100% de los casos), distrés fetal (100 %), edema agudo de pulmón (93%), fallo cardiaco (87%), cianosis (83%) y coagulopatía (83%). A pesar de que son “cuadros inconfundibles”, también es importante “realizar el diagnóstico diferencial con otras causas de colapso materno como eclampsia, rotura uterina, abruptio, miocardiopatía periparto, tromboembolismo pulmonar e infarto agudo de miocardio”.
"Todos los profesionales que lo hemos presenciado por desgracia, se nos ha grabado a fuego en la memoria"
No obstante, se pueden hacer algunas pruebas médicas complementarias al diagnóstico clínico que demuestran algunos otros signos, como la ECG para revelar posibles taqui o bradicardias, arritmias, alteraciones del ST y onda T, o la ECOCardio, para detectar “un fallo cardíaco derecho con hipertensión pulmonar grave y en ocasiones puede verse trombo o émbolo”.
Ante esta complejidad gestacional, el tratamiento de la embolia de líquido amniótico es “esencial” y se basa en 3 pilares: el control de vía aérea y oxigenación materna, la estabilización cardiovascular y el control de coagulopatía y sangrado. Sin embargo, “el pronóstico materno-fetal no es favorable en muchos casos”, indica el doctor. Y, si el nacimiento del bebé aún no se ha producido, la extracción fetal debe realizarse de forma inmediata ante la sospecha una embolia del LA mientras se realizan maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada”.
"Es una de las emergencias obstétricas más terribles que podemos encontrarnos en Obstetricia"
“Cada segundo cuenta”, por lo que una rápida y coordinada actuación resulta vital para “marcar la diferencia en las tasas de supervivencia de madre e hijo/a”. No obstante, “la mortalidad materna es muy alta”, pues lamentablemente el 50% de las mujeres fallece en la primera hora, mientras que el 66% lo hace en las siguientes 5 horas. Y las supervivientes “pueden sufrir secuelas neurológicas de por vida”. En cambio, la supervivencia neonatal “es algo más favorable”, con un pronóstico del 70%.
Por último, el ginecólogo ha querido enfatizar las figuras de los anestesiólogos, obstetras y matronas, así como del resto de profesionales implicados el trabajo de parto. Sin duda, el personal es “imprescindible” para “minimizar los tiempos de actuación y conseguir los mejores resultados perinatales posibles” en los casos de embolia de líquido amniótico, concluye el experto.