La artrosisdel pulgar, también conocida como rizartrosis, es una de las patologías más frecuentes asociadas al envejecimiento, especialmente en mujeres. Este trastorno, que puede ir desde un leve dolor hasta causar una deformidad conocida como ‘pulgar en Z’, afecta la calidad de vida al limitar actividades diarias esenciales, como abrir frascos o escribir.
La alta frecuencia de este movimiento hace que pocas veces se le preste atención, hasta que aparece el dolor y las molestias. Aunque suele detectarse de forma sencilla, los avances en diagnóstico y tratamiento han mejorado significativamente la manera de manejar esta enfermedad, devolviendo la funcionalidad y reduciendo el dolor.
En este contexto, el Dr. José Manuel Felices Farías, conocido en redes como @doctorfelices, ha visibilizado esta patología a través de una publicación en Instagram. Según explica, el diagnóstico de la rizartrosis suele ser bastante claro mediante una exploración física, y en caso de duda, una radiografía es generalmente suficiente para confirmarlo. Sin embargo, el enfoque en el tratamiento es lo que más importancia ha ganado en los últimos años.
“Cuando la rizartrosis no es tan grave como para requerir cirugía, los dispositivos de ortopedia son el primer paso recomendado para reducir el dolor y mejorar la función. Además, la fisioterapia manual y los programas de ejercicios específicos son esenciales para rehabilitar la articulación”, detalla el doctor.
"Cuando la rizartrosis no es tan grave como para requerir cirugía, los dispositivos de ortopedia son el primer paso recomendado para reducir el dolor y mejorar la función"
No obstante, cuando estas medidas iniciales no resultan suficientes, los radiólogos tienen un papel clave en el alivio del dolor y la recuperación funcional del pulgar. “La infiltración ecoguiada de ácido hialurónico es la mejor opción para disminuir el dolor y mejorar la función del pulgar a largo plazo. Este procedimiento es sencillo, pero altamente eficaz”, explica el Dr. Felices.
Sobre el procedimiento, detalla: “Con la ayuda de una ecografía, localizamos la articulación afectada del pulgar. Luego, insertamos una aguja en el espacio articular y liberamos el ácido hialurónico. Esto ayuda a restaurar la funcionalidad del paciente de manera rápida y eficaz”.
Además, este tratamiento tiene la ventaja de ser mínimamente invasivo y accesible para muchos pacientes, ofreciendo una alternativa avanzada antes de recurrir a opciones quirúrgicas más complejas. “Lo importante es que el paciente pueda recuperar su vida diaria sin dolor. Es increíble ver cómo una articulación tan pequeña tiene un impacto tan grande en la calidad de vida, y es gratificante poder ayudar en ese proceso”, concluye. La artrosis del pulgar, aunque común, ya no tiene que ser sinónimo de resignación. Gracias a los avances médicos y a expertos como el Dr. Felices, cada vez hay más opciones para tratarla y recuperar una vida sin dolor.