¿Eres de esas personas a las que les cuesta que encuentren la vena al realizarles una extracción de sangre? ¿O quizás eres un profesional sanitario que a veces necesita más de un intento? La clave para una extracción eficaz y sin errores está en saber diferenciar claramente entre arterias y venas, y gracias a la tecnología de la ecografía, esto ahora es más sencillo y preciso que nunca.
En este sentido, el Dr. José Manuel Felices (@doctorfelices) y la enfermera Rosa (@enfermerarubia), han compartido un vídeo en Instagram en el que se explica de forma sencilla y práctica cómo identificar estas estructuras utilizando una ecografía. En concreto, uno de los pasos esenciales que explican en el vídeo es aprender las características clave que diferencian a las venas de las arterias. “Lo primero que debes saber es que las venas colapsan bajo presión y las arterias laten al ritmo del corazón”, señalan los expertos.
Este detalle anatómico básico es fundamental para evitar confusiones al momento de insertar una aguja. Además, desmienten un mito visual muy extendido: “Ni las venas son azules ni las arterias son rojas, aunque en ecografía las diferencias son muy claras”, explican.
“Lo primero que debes saber es que las venas colapsan bajo presión y las arterias laten al ritmo del corazón”
La guía se complementa con una descripción detallada sobre cómo actuar en la pantalla del ecógrafo. Cuando utilizamos esta herramienta, hay dos maneras de trabajar: en transversal o en longitudinal. Si optas por el método longitudinal, verás la vena extendida en toda su longitud, y al presionar con el transductor, notarás cómo colapsa, confirmando su identidad. Por otro lado, si prefieres trabajar en transversal, la técnica consiste en centrar la vena en la pantalla y alinear la aguja con el transductor, asegurando que penetre exactamente en el interior del vaso.
¿CÓMO ASEGURARSE DE QUE TODO ESTÁ BIEN?
Una vez que la aguja ha ingresado, el siguiente paso es crucial para confirmar que estás en el lugar correcto. “Para comprobar que estamos dentro de la vena, simplemente aspiramos con la jeringa. Si obtenemos sangre sin resistencia, el procedimiento ha sido exitoso”, detallan los expertos.
El equipo recalca que este tipo de aprendizajes no solo son esenciales para enfermeros o técnicos de laboratorio, sino también para los pacientes que desean entender mejor los procesos médicos a los que se someten. La tecnología y el conocimiento anatómico pueden hacer que una experiencia tan cotidiana como un pinchazo sea mucho más precisa, rápida y cómoda, tanto para el paciente como para el profesional. Así, vídeos como este no solo instruyen, sino que fomentan la mejora continua en el ámbito sanitario.