El exceso de actividad física, el estrés o el sedentarismo son algunas de las causas de las temidas sobrecargas musculares. El origen de esta molestia está en la fatiga de los músculos ante contracciones musculares excesivas. Cuando esto tiene lugar, el cuerpo segrega unas toxinas y sustancias de desecho que dificultan la circulación sanguínea y causan inflamación y rigidez. Así aparecen las sobrecargas y contracturas musculares.
Cuando el factor causante es el ejercicio físico, la musculatura afectada es la misma que se ha visto implicada durante el entrenamiento o la práctica de movimiento. Si es el caso contrario, el sedentarismo, mantener durante mucho tiempo una postura provoca la contracción de determinados músculos durante periodos largos. Esto resulta en la pérdida de movilidad y acortamientos.
El órgano tendinoso de Golgi activa el reflejo de inhibición como mecanismo de protección ante un exceso de estiramiento muscular
El estado mental también incide en la sensación de sobrecarga muscular. Y es que las emociones como la ansiedad, la angustia o el estrés también provocan rigidez, puesto que afectan al sistema nervioso y lo transmite a los músculos. Por ejemplo, la parte alta de la espalda, que implica el trapecio superior, los escalenos o el esternocleidomastoideo, entre otros, son algunas de los músculos más castigados cuando se trata de un estado emocional.
Ante ello, Quirónprevención (@quironPRE) ha publicado a través de su cuenta de X las claves para reducir las sobrecargas.
El principal aspecto es el estiramiento. Desde Quirónprevención subrayan la importancia de estirar para aliviar la fatiga muscular y reducir la tensión diaria. A través de los estiramientos podemos recuperar el tono normal de nuestro músculo, liberar toxinas y dejar fluir la circulación. Así, se reduce la fatiga y aumenta la sensación de alivio y bienestar.
Existen muchos tipos de estiramiento, uno de ellos, y el recomendado en esta ocasión, es el estático. Consiste en alcanzar la posición donde el músculo se encuentra totalmente estirado y tratar de mantenerla durante 20 o 30 segundos como mínimo. Se puede hacer solo o con ayuda externa, lo importante es que el estiramiento se mantenga el tiempo suficiente para conseguir las adaptaciones musculares deseadas,.
EFECTOS DEL ESTIRAMIENTO
Cuando se realiza un estiramiento forzado a una velocidad lenta, el órgano tendinoso de Golgi recibe información sobre la tensión del músculo y se activa el reflejo de inhibición. Este es un mecanismo de protección ante un exceso de estiramiento del músculo y de los tendones. Cuando el sistema nervioso detecta un posible riesgo de rotura por exceso, da una orden al sistema nervioso de relajarse por completo, así se facilita la disminución de la rigidez de los músculos.
Es de vital importancia que la persona llegue a un estiramiento forzado del músculo de forma lenta y consciente hasta un límite razonable. Se ha de evitar el dolor o cualquier esfuerzo excesivo, puesto que el objetivo es que el músculo vuelva a su longitud normal sin provocarle ninguna lesión.
Finalmente, aunque estirar un músculo de forma aislada ayudará a encontrarte más calmado, lo ideal es estirar por cadenas musculares. De esta forma, recoge Quirónprevención, algunas modalidades como el Yoga, que implican estiramientos de este tipo, permite alcanzar un mayor estado de relajación.