El pasado juliofue un mes negro en materia de ahogamientos. La cifra de fallecidos por esta causa en dicho periodo asciende a 93, convirtiéndose así en el tercer peor julio de los últimos diez años, según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA), que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Hasta el día 31 del mes pasado, las muertes por ahogamiento ascendieron a 291, lo que supone 42 víctimas mortales más que para la mismo etapa del año pasado. Y, lamentablemente, agosto también está sumando fallecidos por esta causa.
Aunque se habla mucho de las cifras de ahogamientos y se insiste sobre la precaución en el agua, pocas veces se explica cómo un aparente mar tranquilo puede jugar una mala pasada. Por ello, Miguel Assal (@miguel_assal), el popular técnico de emergencias en redes sociales y experto en Primeros Auxilios, ha compartido un Reel de Instagram en el que señala el peligro de las corrientes y muestra cómo actuar “para evitar morir ahogado”.
Las corrientes de resaca son fuertes flujos de agua en la superficie que se generan por la ruptura irregular del oleaje en la orilla, la temperatura del agua y su salinidad. Su peligro reside en que el oleaje conduce mar adentro a través de un canal central, arrastrando consigo cualquier cosa que flote. Son más peligrosas en bajamar y su intensidad depende de las características de la playa y de la intensidad de las olas.
Las personas que no tienen conocimientos sobre el comportamiento del mar, tienden a introducirse en él por las zonas en las que hay menos olas. Sin embargo, “esas zonas tan lisas, sin olas, son corrientes”. El experto recuerda que nadar en contra de estos potentes flujos de agua consumen la energía y no permiten avanzar, así que, una vez dentro, “si intentas salir nadando en dirección a la playa, te agotas y te ahogarás”.
“Esas zonas tan lisas, sin olas, son corrientes”
Para impedir que se produzca esta terrible situación, el técnico de emergencias insta, en primer lugar, a no entrar en pánico y dejar que el cuerpo flote, dejando que la marea lo lleve. “Tranquilo, porque las corrientes suelen tener entre 40 y 50 metros, no te van a llevar al horizonte. Dejándote llevar, la corriente cesará”, informa. En caso de que seas buen nadador, “puedes intentar salir por los laterales”, pero si no es el caso, sólo hay que esperar a que termine la corriente para salir.
“Es ahora cuando tienes que salir por uno de los dos laterales, porque es ahí donde están las corrientes de retorno”, indica el experto. Llegado este momento, es cuando ya “tienes que utilizar tu energía para salir acompañado por las olas”. Además, recuerda que existen varias zonas de escape: dos en la zona más estrecha y otras dos en la zona mas tranquila. Es por ahí por donde se puede intentar salir.