Las enfermeras llevan años luchando por el reconocimiento de su categoría profesional dentro del sistemasanitario. A pesar de que su formación universitaria es equivalente a la de otras profesiones ya incluidas en el Grupo A1, siguen encuadradas en el subgrupo A2, lo que limita sus oportunidades laborales y su acceso a puestos de alta dirección. Esta situación ha vuelto a ser objeto de debate a raíz del borrador del Nuevo Estatuto Marco, que ha generado descontento en ciertos colectivosmédicos y ha dado lugar a la difusión de información errónea sobre las reivindicaciones históricas de las enfermeras.
Ahora, el Consejo General de Enfermería ha publicado en su cuenta de X (@CGEnfermeria) un mensaje aclarando su postura. “Ciertos colectivos médicos, para mostrar su disconformidad con el borrador del Nuevo Estatuto Marco, están difundiendo mensajes desacertados sobre algunas de las reivindicaciones históricas de las enfermeras. Te explicamos todo sobre el Grupo A y los puestos de dirección”.
Una de las principales reclamaciones del colectivoenfermero es la creación de una nueva categoría profesional. “Las enfermeras llevamos 15 años incluidas, de forma injusta, en el subgrupo A2 de la clasificación de empleados públicos”, denuncia el Consejo. Desde 2010, la estructura de licenciados y diplomados que justificaba la división entre los subgruposA1 y A2 ha desaparecido. “Para ser enfermera en nuestro país se exige un Grado Universitario, igual que para otras profesiones ya encuadradas en el A1”, recuerdan.
“Las enfermeras llevamos 15 años incluidas, de forma injusta, en el subgrupo A2 de la clasificación de empleados públicos”
Por ello, reclaman que los subgruposA1 y A2 se fusionen en un único Grupo A, permitiendo a los profesionales actualmente encuadrados en A2 acceder a las mismas oportunidades que otros titulados. “Así estaríamos en igualdad de condiciones con otros profesionales que actualmente están en el subgrupo A1, como abogados, psicólogos, periodistas o ingenieros”, explican.
Otro de los problemas que enfrentan las enfermeras es la limitación de acceso a puestos de alta dirección dentro del sistema sanitario. “Aunque las enfermeras pueden ocupar cargos de supervisión o dirección, muchas convocatorias para puestos de alta dirección o gestión están reservadas exclusivamente a profesionales del Grupo A1”, denuncian. Esta restricción supone un obstáculo para su desarrollo profesional y un claro techo de cristal dentro del sectorsanitario.
El Consejo General de Enfermería pone como ejemplo una contradicción evidente en la normativa actual. “Se da la paradoja de que un economista, un periodista, un físico teórico o un abogado pueden dirigir un centro sanitario, pero una enfermera, no”, explican. Además, destacan que ha habido sentencias judiciales en las que se han anulado nombramientos de directores de centros de salud por ser enfermeros y estar encuadrados en el A2.
Con todo, las enfermeras continúan luchando por la eliminación de estas barreras que las alejan de un reconocimiento profesional justo y de las oportunidades de liderazgo dentro del sistema sanitario.