La Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp) ha compartido en redes sociales los consejos con los que podemos seguir cuidando de nuestro bienestar durante el verano, aprovechando que durante esta época del año relajamos los autocuidados y cometemos más excesos. Sin embargo, esta relajación de nuestra rutina saludable podría pasarnos factura, ya que se ven alterados factores tan elementales como la alimentación, el descanso y el ejercicio físico.
Así que, como aún tenemos por delante un mes de verano, en el que todavía nos permitimos escapadas y más flexibilidad en la dieta y en la práctica de deporte, ANEFP nos recuerda cuáles son los elementos que no debemos descuidar estos días:
ALIMENTACIÓN
Nuestra rutina de alimentación va a marcar toda la jornada. Si realizamos entre 4 y 5 comida al día, con “especial atención al desayuno”, podremos controlar la sensación de hambre entre horas. Eso sí, siempre evitando los excesos y priorizando comidas ligeras para favorecer la digestión. La fruta y la verdura se posicionan como los alimentos ideales para ello, así como para garantizar el aporte óptimo de vitaminas, minerales y nutrientes esenciales para el funcionamiento del organismo. En cambio, debemos moderar los antojos, sin tener que renunciar a los helados, refrescos o comidas pero consumiéndolos de forma controlada .
HIDRATACIÓN
Con el calor y las altas temperaturas, nuestro cuerpo pierde una gran cantidad de líquidos a través de la sudoración. Para mantenernos hidratados y no sufrir ningún golpe de calor, ANEFP recomienda beber entre 1,5 y 2,5 litros de agua diarios, tomándola sin necesidad de esperar a tener sed y potenciando la ingesta de agua antes, durante y después de realizar cualquier actividad deportiva.
ACTIVIDAD FÍSICA
Durante estos meses no debemos dejar de realizar deporte. Es cierto que el calor influye negativamente y no anima a hacer ejercicio, pero debemos continuar con nuestra rutina e incluso podemos rebajar un poco la intensidad. Lo primordial es seguir manteniendo activo el cuerpo. Entre los consejos que nos brinda la asociación, se encuentra el aprovechar los momentos del día en los que el calor es menos intenso, como las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde.
PROTECCIÓN DE LA PIEL, VISTA Y CABELLO
Estos tres aspectos hay que cuidarlos siempre, pero especialmente en verano por la mayor incidencia de los rayos del sol. Utiliza un protector solar que se adapte a las necesidades de tu piel y aplícatelo 30 minutos antes de comenzar la exposición al sol. Recuerda aplicarlo cada dos horas, sobre todo si sales del agua. Además, también debes usar protector para el cabello para que el daño solar no actúe negativamente en tu pelo, ayudándote también de gorras o sombreros para minimizar su impacto.
"Aunque el calor pueda desanimarte, no dejes que sea un obstáculo para mantener la actividad física"
Por otro lado, la vista también es muy sensible a los rayos del sol, así que es muy importante llevar gafas de sol que estén homologadas por la Unión Europea, adaptadas a nuestra graduación. Y si vamos a nadar en el agua, tenemos que utilizar gafas de buceo para que la sal y el cloro no entren en contacto con nuestros ojos. Asimismo, ANEFP nos recuerda que la crema solar no debe caer en los ojos, ya que generará irritación.
RUTINA DE SUEÑO
En verano acostumbramos a cambiar mucho nuestros horarios de sueño, haciendo que sea más difícil conciliar el sueño y afectando a nuestro descanso. Es importante que nos acostemos y nos levantemos a la misma hora para crear una rutina y gozar de un sueño reparador y de calidad.
SALUD EMOCIONAL
En los días de descanso tenemos más tiempo para nosotros mismos, pero también aprovechamos para cumplir con todos nuestros compromisos sociales y esas tareas pendientes que no hemos resuelto. Sin embargo, la mente también necesita respirar, por lo que no debemos dudar en “establecer límites saludables” y rechazar aquellos planes que vayan a consumir todas nuestras energías.