En el mundo de las alergias, los términos antihistamínico y antialérgico suelen emplearse indistintamente, pero no significan lo mismo. Así lo explica el farmacéutico Francisco Javier Iniesta Fajardo, conocido en redes sociales como @farmaceando, quien ha publicado una explicación en Instagram para aclarar esta confusión. Comprender las diferencias entre ambos conceptos es clave para entender cómo se tratan las alergias y qué rol desempeña cada tipo de medicamento.
En concreto, los antihistamínicos son un grupo específico de medicamentos diseñados para bloquear los receptores de histamina, una sustancia que nuestro cuerpo libera durante una reacción alérgica. Este bloqueo evita la aparición de los síntomas alérgicos más comunes, como pueden ser los estornudos, el picor en la piel o en los ojos o el moqueo nasal.
“Los antihistamínicos bloquean los receptores de histamina y, en consecuencia, la aparición de síntomas alérgicos como estornudos o picor”
La histamina es uno de los principales responsables de las molestias que experimentan las personas alérgicas, y los antihistamínicos actúan directamente sobre los receptores encargados de desencadenar estas respuestas. “Los antihistamínicos bloquean los receptores de histamina y, en consecuencia, la aparición de síntomas alérgicos como estornudos o picor”, explica el farmacéutico.
¿QUÉ SON LOS ANTIALÉRGICOS?
Por otro lado, los antialérgicos son un concepto más amplio que incluye a los antihistamínicos, pero también abarca otros tratamientos diseñados para prevenir o tratar las alergias desde diferentes enfoques. “La pregunta no es si hay diferencia entre antialérgicos y antihistamínicos, porque todos los antihistamínicos son antialérgicos, pero no todos los antialérgicos son antihistamínicos”, aclara el experto.
Este grupo incluye medicamentos que actúan en diferentes puntos del proceso alérgico, ya sea previniendo la liberación de mediadores inflamatorios o bloqueando su acción sobre las células diana. Los antialérgicos pueden clasificarse en diferentes grupos, cada uno con un mecanismo de acción específico:
- Antihistamínicos. Inhiben la acción de la histamina.
- Antileucotrienos. Bloquean los efectos de los leucotrienos, mediadores inflamatorios responsables de síntomas como la congestión o el broncoespasmo en el asma alérgica.
- Glucocorticoides. Reducen la inflamación asociada a las alergias, siendo especialmente útiles en cuadros crónicos.
- Omalizumab. Un anticuerpo monoclonal que inhibe la acción de la inmunoglobulina E (IgE), que juega un papel central en las reacciones alérgicas más graves, como el asma alérgica severa.
“Cada grupo interacciona con sus receptores correspondientes y se dirige a diferentes fases de la reacción alérgica, ofreciendo una acción específica según el tipo y gravedad de la alergia”, explica el experto. Conocer las diferencias entre antialérgicos y antihistamínicos es crucial, especialmente para las personas que sufren alergias recurrentes o graves. Saber qué tipo de medicamento necesitas permite no solo tratar los síntomas de forma más eficaz, sino también prevenir su aparición con un enfoque adecuado.
“Cada grupo interacciona con sus receptores correspondientes y se dirige a diferentes fases de la reacción alérgica, ofreciendo una acción específica según el tipo y gravedad de la alergia”
Francisco Javier Iniesta Fajardo concluye destacando la importancia de no simplificar los tratamientos y entender que las alergias tienen distintas manifestaciones que requieren un manejo personalizado. “No todos los medicamentos funcionan igual en todas las alergias, y la clave está en saber qué mediador está involucrado y cómo interaccionar con él”.
Los antihistamínicos son una herramienta eficaz dentro del arsenal de los antialérgicos, pero no son la única opción. Gracias a un mejor entendimiento de estos términos, tanto pacientes como profesionales pueden trabajar juntos para elegir el tratamiento que mejor se adapte a las necesidades de cada caso.