Los manguitos son probablemente el sistema de prevención de ahogamientos más utilizado en niños, junto a los flotadores de agua. Sin embargo, Miguel Assal, el popular técnico de emergencias en TikTok y experto en Primeros Auxilios, recuerda que “el peligro está más en ti que en los manguitos”, especialmente en todos aquellos padres que dejan a sus pequeños sin supervisión mientras están en el agua.
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Los ahogamientos se cobraron la vida de 222 personas en el verano del pasado 2022. Así que ahora que estamos inmersos en los días de piscina y playa, el experto advierte de que son varios los motivos que podrían llevar a que los niños se ahogaran utilizando los manguitos como método de prevención:
- Siempre que vamos a la playa, aplicamos crema solar en la piel de nuestros pequeños para evitar los daños producidos por el sol. Pero al colocar los manguitos, “es como si tuvieran vaselina en el brazo”, por lo que al lanzarse al agua, el niño puede perder sus manguitos porque los pequeños tienden a colocar los brazos hacia arriba y, con la fuerza del agua, salen sin esfuerzo.
En el año 2022, los ahogamientos se cobraron la vida de 222 personas
- El material de los manguitos es otro de los factores que no gusta a los expertos. “Es como un globo”, señala el técnico de emergencias, así que “cualquier roce con una superficie irregular lo va a pinchar o deshinchar”.
- Si quieres seguir optando por los manguitos como método de prevención, la presencia de un adulto será la única herramienta que garantice la seguridad de los pequeños ante cualquier situación de emergencia.
EL MÉTODO DE PREVENCIÓN DE AHOGAMIENTOS EN NIÑOS MÁS RECOMENDADO
El experto señala que los chalecos homolagados serían el sistema más seguro para evitar los ahogamientos en niños, pero tampoco son fiables al 100%. Por lo tanto, Miguel Assal es muy claro: “No existe ningún dispositivo para el agua que pueda sustituir la supervisión de un adulto”. Pero nuestra simple presencia no es suficiente, pues no hay que perder la atención de los niños porque el tiempo es vital cuando hay situación de peligro. Por eso recomienda estar siempre a una distancia máxima: a la que puedas alcanzarle con un solo brazo.