Los tapones de seguridad ayudan a reducir la incidencia de las intoxicaciones por medicamentos en menores que actualmente se sitúan en el 0,092%. Son más frecuentes en menores de 5 años y en adolescentes. Un hilo en la red social X, antes Twitter, del farmaceútico Julio Fernandez, relata el origen de este elemento de seguridad.
El facultativo explica que en los años 50, los casos de envenenamiento eran mucho más frecuentes y alguno tenía resultado de muerte. A mediados de la década de 1960, el pediatra Henri J.Breault trabajaba como jefe de pediatría en el Hospital Hotel Dieu de Windsor en Ontario, Canadá. En ese momento, se atendía anualmente a alrededor de un millar de niños por intoxicación después de haber ingerido accidentalmente diversos materiales dañinos, entre ellos medicamentos, que estaban al alcance de sus manos debido, posiblemente, a descuidos de sus padres. Esto llevó al Dr. Breault a crear un centro de control de intoxicaciones en el hospital.
En su búsqueda para prevenir estos accidentes, y tras detectar que este era un problema global, lanzó varias campañas de sensibilización y abrió un concurso para diseñar un dispositivo de seguridad para niños. Después de meses de desarrollo, diseñó un tapón que requería una pequeña presión mientras se giraba para poder desenroscarlo. Así, el pediatra ideó un tapón de seguridad, “supuestamente” fácil de abrir para los adultos, pero prácticamente imposible para los niños.
"El tapón resistente para los niños es para las intoxicaciones lo que la vacuna de Salk es para la polio"
El invento patentado bajo el nombre de “Palm N'turn” redujo los casos de intoxicación infantil en un 91%. Debido a este éxito, la medida se extendió a todo Canadá y en diciembre de 1970, Estados Unidos aprobó una ley de prevención de envenenamiento que obligaba a utilizar tapones de seguridad en todos los medicamentos, tanto con receta como sin ella. Desde entonces, la obligatoriedad de usar estos tapones se ha implementado en prácticamente todos los rincones del planeta.
El Dr. Breault afirmó: "El tapón resistente para los niños es para las intoxicaciones lo que la vacuna de Salk es para la polio". El pediatra dedicó toda su carrera profesional a concienciar y reducir el número de envenenamientos accidentales en niños. “Todo un entusiasta de la medicina y la salud pública”, concluye el farmacéutico en su publicación.