Aunque España está dando sus primeros pasos en firme sobre educación sexual y ya es un tema de conversación cada vez más frecuente, los expertos sostienen que todavía queda mucho en lo que avanzar respecto a la sexualidad. Y las cifras disponibles les dan la razón: según los últimos datos recogidos por el Ministerio de Sanidad sobre salud sexual, en 2021 se batieron cifras récord de contagios de infecciones y enfermedades de transmisión sexual en España, con un aumento de un 56% de los casos de gonorrea y un incremento del 27% y 28% de la sífilis y la clamidia, respectivamente. Además, el 14% de las chicas adolescentes manifiesta haber sufrido violencia sexual en algún momento.
Para entender en qué punto nos encontramos y qué puede ofrecernos la educación sexual, hoy charlamos con Nayara Malnero, la popular psicóloga y sexóloga de internet a quien seguro te hayas encontrado bajo el proyecto de ‘Sexperimentando’. Malnero acumula más de 163.000 seguidores en redes sociales y 754.000 suscriptores a su canal de YouTube, donde ha creado “un espacio para aprender sobre sexualidad, pareja y psicología de una forma práctica, directa, sencilla y divertida”. La experta nos cuenta que su cercanía, su “arte personal” y su “punto de ironía” han sido la clave de su éxito, en un ámbito de la vida misma que, a pesar de ser tan normal como cualquier otro, está lleno de tabúes. Y ella se ha propuesto desmontarlos todos.
¿Cómo es ser sexóloga? ¿Por qué decidiste dedicarte a la salud sexual?
Es tener una profesión tan normal como cualquier otra, lo que pasa es que la gente se cree que eres algo así como ‘follóloga’. Y, aunque lo fuera, a la gente le gusta tener relaciones sexuales y estamos en este mundo gracias a eso. Tampoco sería para alarmarse, no tiene nada de especial. La sexología es la ciencia de los sexos y a mí me gusta cómo se relacionan hombres y mujeres dentro y fuera de la cama y eso es a lo que me dedico, a estudiar y a llevarlo mejor. No tiene ningún misterio.
En realidad, no decidí nunca ser sexóloga. No hubo un proceso de decisión, la verdad. Sí que decidí estudiar Psicología, porque me debatía entre Psicología o Geológicas, es decir, no sabía si estudiar piedras o personas. Me apasionan ambas cosas pero al final me decanté por las personas. Son ‘menos predecibles’, vamos a decirlo así. Y, dentro de esa parte, la vida me fue llevando. Estudié en la última cátedra de Psicología de la Sexualidad de España, con Félix López, el primer catedrático de Psicología de la Sexualidad en España. Él me puso la banda de Psicóloga, cosa de la cual estoy muy orgullosa. Luego me metí de voluntaria en Cruz Roja y sólo había plazas del proyecto de VIH, con lo cual, enseguida me puse a hacer educación sexual.
"Tenemos difícil combatir todo un sistema de tabú y de creencias erróneas"
Luego, las prácticas de la carrera las hice en la Agencia de Salud Pública, también con las enfermeras que hacían las primeras vacunas del papiloma. Yo las acompañaba. Hice programas de educación sexual y me di cuenta de que esto me fascinaba, se me daba bien y que había trabajo de ello, de que podía ayudar a muchas personas y disfrutarlo muchísimo. Así que la vida me lo puso muy fácil. Parece que era evidente, no tuve que decidir nada. Y yo, encantada de la vida.
¿Cuál crees que ha sido la receta de tu éxito como sexóloga en internet? Ya que hablar de sexo ha sido tabú durante mucho tiempo y, a veces, lo sigue siendo.
Si hay tabú, cargarme el tabú. Esa es la clave de mi éxito. Eso y hablar de sexualidad con la naturalidad que se requiere. No me pongo en plan médico porque genera distancia, pero tampoco me lo tomo con el humor que hacen la mayoría de los medios de comunicación, que utilizan los mismos chistes de siempre y perpetúan los mitos de siempre. Hablo con transparencia y con naturalidad, con pedagogía, intentando explicar las cosas bien. Aunque es verdad que también le echo mi punto de ironía y un poco de arte personal.
¿Queda mucho por hacer para acabar con esos tabúes y los mitos relacionados con la sexualidad?
Sí, queda mucho por hacer, porque mientras cada vez somos más los profesionales que nos tomamos esto en serio y lo hacemos bien, los mass media siguen perpetuando mitos y tabúes. Por otro lado, aunque se supone que vivimos en un país donde la educación sexual es obligatoria, no lo es. Las escuelas y las entidades violan derechos humanos fundamentales privando a los niños y niñas de educación sexual, las familias siguen pensando que esto es algo de lo que mejor callarse y así nos va. Nos queda muchísima, muchísima tarea.
De hecho, hay una cosa que decimos mucho los terapeutas sexuales y de pareja. Decimos que tenemos una profesión que no debería de existir o que debería de existir muchísimo menos profesional, porque con una buena educación sexual nos quedaríamos prácticamente sin trabajo, tendríamos muy pocos casos. Y la realidad es que yo, por ejemplo, tengo un equipo de cinco personas trabajando a full ylista de espera de seis meses o más. Así que, a los hechos me remito.
A pesar de que cada vez hay más conocimiento e interés por la educación sexual, incluso con la proliferación de contenido online difundido por expertos,como es tu caso, las tasas de contagio de ITS y ETS están alcanzando picos máximos. ¿Qué está fallando y qué podemos hacer para mejorar estos datos?
Por mucho que hagamos los expertos, hay contenidos mucho más atractivos que nosotros. Por ejemplo, un contenido más atractivo que yo es el porno. Actualmente, los niños se inician en el consumo de porno a los 8 años, cuando este tipo de contenido muestra una realidad desvirtuada de cómo son las relaciones sexuales. Y, por supuesto, omiten los métodos anticonceptivos, como puede ser el preservativo. Es imposible que compitamos contra eso si no hay una educación en las escuelas o es una educación mala, hecha desde el miedo o con una pedagogía bastante torpe. Y luego están las familias, que no hablan de sexualidad o lo hacen bajo estas metodologías.
"El 10% de los diagnósticos de VIH en España es en menores de edad… Esto no pasaba ni en los 80, ¡el panorama es vergonzoso!"
Así es difícil que que podamos combatir todo esto y, de hecho, estamos viendo cómo España, que somos unos de los países de Europa que peor educación sexual hacemos, también somos uno de los países europeos a la cabeza de embarazos no deseados, infecciones de transmisión genital y con unas edades cada vez más bajas de inicio de relaciones. Por poner un ejemplo, el 10% de los diagnósticos de VIH en España es en menores de edad… Esto no pasaba ni en los 80, ¡el panorama es vergonzoso! Los expertos hacemos todo lo que podemos para luchar contra ello, pero escapa a nuestras posibilidades. Y aunque cada vez más jóvenes se interesan, nos siguen y les aportamos valor, la realidad es que tenemos difícil combatir todo un sistema de tabú y de creencias erróneas.
¿Qué beneficios nos reporta a nivel individuo, a nivel pareja(s) y a nivel sociedad el conocer mejor nuestra sexualidad?
Ser conscientes de la sexualidad mejora el autoconocimiento, la seguridad en uno mismo, la autoestima, nos permite tener relaciones más placenteras y saludables, también permite tener relaciones de pareja más equilibradas, sobre todo cuando no podemos reproducirnos cuando y como queramos… Al final, estamos viendo que hay muchos problemas como la disfunción eréctil o problemas de eyaculación, vaginismo La gente viene a consulta porque no puede tener hijos del tabú que existe.
¿Llegan casos a tu consulta que nunca antes hubieras imaginado?
Hilando un poco con la anterior pregunta, por ejemplo, el vaginismo está provocado sólo por puro miedo y asociación mental en el que la mujer teme a la penetración. A veces no se pueden hacer ni una exploración ginecológica y vienen a mi consulta con 40 años porque “se les pasa el arroz” y ven que no pueden tener relaciones. El vaginismo es totalmente psicológico y el punto de partida es que la penetración duele. Esta idea nos la han metido en la cabeza, cuando es una mentira garrafal que se han inventado para que las mujeres cerremos las piernas.