María Pombo ya ha dado a luz a Vega, que se ha adelantado un mes a su fecha de nacimiento prevista. El pasado lunes, la influencer madrileña salía de cuentas y al fin ponía cara a su segunda hija, en un parto por cesárea después de que rompiera aguas 27 días antes de lo previsto. Tal y como informaba a través de Instagram Pablo Castellanos, marido de la joven, “fue un parto complicado”, pero “están las dos bien”.
Hace unas semanas, la pequeña de las hermanas Pombo informaba a sus seguidores de que la pequeña venía de nalgas e iba a hacer “todo lo posible” por intentar que volviera a una posición cefálica y tener un “parto soñado”. Pero después de someterse a una moxibustión la semana pasada, todo apunta a que no fue suficiente.
Poco a poco vamos recibiendo más información sobre el parto de Vega. Pablo Castellanos ha informado de que su mujer “se está recuperando de la cesárea y algún efecto secundario de la medicación”, así que ahora le esperan unos días de postoperatorio algo más complicados, pero seguro que muy felices por la llegada al mundo de la nueva hermanita de Martín.
¿CÓMO ES LA RECUPERACIÓN DE UNA CESÁREA?
Una cesárea consiste en una incisión (generalmente horizontal) en la pared abdominal y uterina de la mujer para la extracción de un bebé. Esta intervención quirúrgica se suele realizar cuando el parto vaginal no es seguro o factible para la madre o para el bebé. En la mayoría de los casos, la mujer puede estar despierta ya que la anestesia se aplica desde el tórax, con el fin de que pueda ser testigo del nacimiento.
Al realizar un corte profundo, la cesárea requiere de un mayor tiempo de recuperación que un parto vaginal y también se derivan muchos más dolores y cansancio. Después de la intervención, la mujer suele pasar unos días en el hospital para recibir un seguimiento y evitar complicaciones. En cualquier caso, durante las primeras semanas, y especialmente en los primeros días, debe evitar realizar sobreesfuerzos y movimientos que generen dolor en el abdomen para procurar que la cicatriz cierre bien.
Los puntos serán retirados entre la primera y segunda semana después del parto, pero la herida permanecerá hasta los dos primeros meses posteriores a la intervención. Durante este tiempo, será fundamental garantizar la higiene de la herida, lavándola con jabón neutro y secándola bien para evitar infecciones. También se recomienda usar ropa holgada para que no roce con la cicatriz.
Es recomendable empezar a caminar cuanto antes para activar la circulación sanguínea y el tránsito intestinal
En todas esas semanas será normal sentirtirantez en los puntos, escozor o picores. Aunque no hay que forzar la zona del abdomen, es aconsejable comenzar a caminar cuanto antes para activar la circulación sanguínea y también el tránsito intestinal. Y si la mujer tiene molestias a la hora de amamantar al recién nacido, puede buscar nuevas posturas para no renunciar a la lactancia materna, como tumbada en la cama, o cogiéndole con uno de sus brazos, externo a su cuerpo y con ayuda de un cojín o almohada sobre la cama.
La actividad física no deberá retomarse hasta, al menos, los dos meses después del parto. Aquí siempre habrá que seguir las indicaciones de los médicos, pero lo más recomendable es empezar con ejercicios que fortalezcan el suelo pélvico, como Kegel, hipopresivos, yoga o pilates, evitando los abdominales o deportes de alta intensidad. Y respecto a la alimentación, no optar por comidas que generen gases y estreñimiento para no forzar el abdomen a la hora de ir al baño. Así que el agua y la fibra están totalmente indicadas en la dieta, priorizando las frutas y verduras.