Japón ha hecho saltar las alertas sanitarias ante el aumento de infecciones bacterianas graves por una variante poco común de estreptococo que puede llegar a derivar al síndrome de choque tóxico que requiere tratamiento hospitalario y con una alta tasa de mortalidad cercana al 30 por ciento.
En la red social X, antes Twitter, el investigador Manuel Ruiz-Pablos, explica que “el estreptococo A, específicamente Streptococcus pyogenes, es altamente contagioso y puede causar desde enfermedades leves como faringitis hasta complicaciones graves como el síndrome del shock tóxico y la fascitis necrosante”. Apunta que la mayoría de las infecciones provocadas por S. pyogenes son leves pero actualmente “está habiendo un repunte en el número de casos”.
Manuel Ruiz-Pablos es investigador y técnico de laboratorio de análisis clínicos y biomédicos. Actualmente colabora con el CIMA de la Universidad de Navarra en la búsqueda de biomarcadores de Encefalomielitis Miálgica o Síndrome de Fatiga Crónica. Su trabajo se centra en vincular la infección por el virus de Epstein-Barr en pacientes genéticamente predispuestos con el desarrollo de diferentes enfermedades.
“Las infecciones virales pueden debilitar el sistema inmunológico, lo que facilita la invasión bacteriana secundaria”
El investigador señala que el culpable del repunte de casos en el país asiático podría ser la infección previa con otro patógeno como un virus, lo que se conoce como “coinfeccion”. La coinfección se refiere a la presencia simultánea de dos o más agentes infecciosos, como bacterias y virus, en un mismo huésped. “Las infecciones virales pueden debilitar el sistema inmunológico, lo que facilita la invasión bacteriana secundaria. Además, los virus pueden alterar el ambiente en las vías respiratorias, lo que favorece el crecimiento bacteriano”, afirma Ruiz-Pablos. Esto, advierte, “crea un terreno propicio para que bacterias como S. pyogenes y otros patógenos oportunistas se propaguen y causen infecciones secundarias más graves”.
El investigador explica que cuando el sistema inmune está luchando contra una infección viral, experimenta un período de inmunosupresión temporal, lo que disminuye la vigilancia de patógenos latentes y aumenta el riesgo de coinfecciones con otros patógenos. “Por ejemplo, muchas personas experimentan la reaparición de lesiones labiales causadas por el herpes simple durante infecciones con otros patógenos, debido a la disminución de la vigilancia inmunológica durante el período de inmunosupresión. Esto ilustra cómo la presencia de una infección viral puede predisponer a la reactivación de patógenos latentes, como el herpes labial, aumentando el riesgo de coinfecciones, relata.
Para prevenir las coinfecciones es importante mantener una buena higiene y evitar el contacto con el virus con el uso de mascarilla
Con la aparición recurrente de nuevas cepas de SARS-CoV-2 tras la pandemia de COVID-19, junto con la circulación habitual de virus como los resfriados comunes y la gripe A y B, el número de infecciones por persona por año aumenta significativamente, aumentando así el riesgo de coinfecciones. En su publicación, Ruiz-Pablos apunta que “cuanto más rápido se sucedan las infecciones virales, mayor será el riesgo de agotamiento inmunológico y la aparición de coinfecciones. Además, el agotamiento continuo de las células T debido a infecciones repetidas puede conducir a casos más severos de enfermedades”. Este agotamiento continuo de células T post reinfecciones con SARS-COV-2 puede aumentar el riesgo de desarrollar también Long COVID o COVID persistente.
Como consejo para prevenir las coinfecciones, Ruiz-Pablos recuerda que es importante mantener una buena higiene, lavándose las manos con frecuencia y usando mascarillas en lugares concurridos para evitar la exposición a virus y patógenos.