¿Puede el ejercicio fomentar un envejecimiento saludable? El científico y catedrático de Farmacia de la UPV, Gorka Orive, analiza en una de sus publicaciones en X, antes twitter, cómo afecta la actividad física a nuestro organismo para promover la supervivencia celular aumentando nuestra calidad de vida.
El ejercicio físico tiene una vinculación directa sobre los tejidos cardiometabólicos con implicaciones en el sistema cardiovascular, el tejido adiposo, el sistema endocrino, el hígado y el músculo esquelético. También afecta los sistemas inmune y nervioso así como huesos e intestino.
Orive explica a través de un diagrama cómo el estilo de vida sedentario conduce a una longitud crítica de los telómeros, que son los extremos de los cromosomas, y a la senescencia celular. Cada vez que una célula se divide, los telómeros se acortan un poco. Cuando los telómeros se vuelven demasiado cortos, la célula deja de dividirse y entra en el estado de envejecimiento llamado senescencia. La senescencia celular puede contribuir al desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.
Con el paso de la edad los telómeros se acortan y generan senescencia de las células. El ejercicio afecta transitoriamente a la expresión, regulación y actividad de la TERT/telomerasa, la telomerasa transcriptasa inversa, lo que permitiría mantener en mejor medida los telómeros, protegiendo así el genoma de agresiones.
El ejercicio se presenta como una terapia para mantener la función de los telómeros y prevenir la senescencia celular
Por el contrario, realizar el ejercicio agudo conduce a la regulación transcripcional, los cambios epigenéticos y el empalme alternativo de TERT, el gen que codifica la telomerasa. La telomerasa es una enzima que alarga los telómeros y protege el genoma. El ejercicio agudo es una forma de estrés físico que activa la expresión de TERT y aumenta la actividad de la telomerasa. El empalme alternativo es un proceso que permite generar diferentes variantes de una proteína a partir de un mismo gen. Algunas variantes de TERT pueden tener funciones distintas a la elongación de los telómeros.
En la publicación, Orive muestra cómo la telomerasa tiene una función canónica en la elongación de los telómeros y una función no canónica en la mejora de la reparación del daño del ADN, la síntesis de ARN y la proliferación celular. La función canónica de la telomerasa previene el acortamiento de los telómeros y mantiene la estabilidad del genoma. La función no canónica de la telomerasa modula otras vías moleculares que también influyen en la supervivencia celular. Por ejemplo, la telomerasa puede reparar las roturas del ADN causadas por el estrés oxidativo, aumentar la producción de ARN mensajero y ribosomal, y estimular el ciclo celular.
Al proteger los telómeros y el genoma, la telomerasa promovería la supervivencia celular, incluso pudiendo prevenir en cierta medida la senescencia celular. Esto podría explicar por qué el ejercicio físico tiene beneficios para la salud y el envejecimiento.