La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define a los ultraprocesados como los “productos comestibles listos para el consumo” y los divide en dos grupos: los procesados, que son “aquellos productos alterados por la adición o introducción de sustancias que cambian la naturaleza de los alimentos originales, con el fin de prolongar su duración, hacerlos más agradables o atractivos”, y los altamente procesados, que son los “elaborados principalmente con ingredientes industriales, que normalmente contienen poco o ningún alimento entero”.
Además, destaca que este grupo de alimentos tiene por objetivo lograr “productos durables, altamente apetecibles y lucrativos”. Aquí pueden incluirse los famosos snacks o salados, los productos ‘listos para calentar’, las bebidas gaseosas, las sopas enlatadas, salsas y mermeladas, las barritas energéticas, los productos de bollería, los cereales de desayuno y muchos tipos de panes. Y la mayoría de ellos incorporan “conservantes, estabilizantes, emulsionantes, disolventes, aglutinantes, aumentadores de volumen, edulcorantes, resaltadores sensoriales, sabores y colores”. En definitiva, aditivos que alejan al producto de la materia prima original.
“Los ultraprocesados pueden crear hábitos de consumo y adicción”
Este tipo de alimentos es popularmente conocido como ‘comida basura’, ya que son altamente energéticos, pero nutricionalmente desequilibrados y, además, “pueden crear hábitos de consumo y adicción”. Por lo tanto, están completamente contraindicados para mantener un estilo de vida saludable. De hecho, su consumo habitual genera un impacto negativo en el organismo, ya que se asocian a un mayor riesgo de desarrollar cáncer, enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes tipo 2, síndrome metabólico y depresión, entre otras.
Por todo ello, son muchos los expertos que aprovechan su alcance en redes para concienciar a la sociedad sobre los perjuicios de la comida basura para la salud. Ejemplo de ello es el Dr. Francisco Óscar Rosero Olarte, más popularmente conocido como Endocrino Rosero (@endocrinorosero), quien esta vez ha compartido en X (antiguo Twitter), para sus más de 146.000 seguidores “qué pasa cuando dejas de comer basura ultraprocesada”:
- En primer lugar, destaca que con el cese del consumo de los ultraprocesados “reduces la inflamación”, pues “muchos de los ingredientes de esos productos tienen la capacidad de activar tus defensas”. El endocrino recuerda que con este tipo de alimentos se digieren sustancias químicas e incluso petróleo, ingredientes que “tu cuerpo no quiere digerir”.
- Asimismo, “mejoras tu microbiota intestinal”. Como consecuencia automática, enseguida se nota una menor distensión abdominal y menos flatulencias.
- Otra de las notables consecuencias es el aumento de energía: “al cuerpo le cuesta mucho asimilar esos productos. Si los eliminas, tu cuerpo trabajará más descansado y tú lo notarás”, señala el experto.
- Al dejar de consumir comida basura, también será más fácil ir al baño, pues “los ultraprocesados te llenan, pero no tienen fibra”. Al eliminarlos de la dieta, se prioriza la ingesta de “comida real”, un cambio que permite “regular tus intestinos”.
- Como resultado, además, permitirá ahorrar “mucho dinero”. Según Endocrino Rosero, nos han “hecho creer que la comida basura es económica”, pero los procesados también son costosos. “Dejar de comprar gaseosas, panes, galletas y paquetes será lo mejor para tu bolsillo”, recuerda.
😳¿Qué pasa cuando dejas de comer basura ultraprocesada? 🥓🥨🥐🍟🍔🌭🍕🍨🍩🍪🍫🧃
— endocrinorosero (@endocrinorosero) May 7, 2024
1. Reduces la inflamación. Muchos de los ingredientes de esos productos tienen la capacidad de activar tus defensas, ya que, obviamente, tu cuerpo no quiere digerir petróleo u otras sustancias… pic.twitter.com/NLmsYyxAns