¿Cómo es vivir con un tumor en la boca que crece constantemente, cuyo único tratamiento eficaz es someterse a operaciones para extirpar la máxima cantidad de quiste posible? Ese es el día a día de Aroa (@aroacm04), una joven que ha decidido contar su historia en TikTok con un vídeo corto que suma más de 7,5 millones de reproducciones y que ha recibido una oleada de comentarios positivos por dar este paso para la visibilización de su enfermedad.
A los 6 meses de edad, Aroa fue diagnosticada de un tumor óseo que se desarrolla en su maxilar y mandíbula y, a pesar de haberse sometido a decenas de tratamientos, pasando incluso por quimioterapia durante tres años, lo único que le funcionan son las operaciones. “En ellas lo que se hace es rascar el hueso y así se desinflama, quitan parte del tumor y yo me recupero”. Así hasta que transcurren unos meses, el tumor vuelve a crecer y debe pasar de nuevo por quirófano.
@aroacm04 Una pequeña parte de mi historia🤍✨
♬ sonido original - aroacm04
La joven ha mostrado todas las cicatrices de su cuerpo, las marcas que quedan del sinfín de operaciones a las que se ha sometido para tratar de combatir su enfermedad: traqueotomía en el cuello, tubo gástrico en el abdomen, drenajes… Y, sin embargo, explica que no siente ningún tipo de dolor, ni siquiera cuando el tumor crece, más allá de pequeñas molestias después de las intervenciones quirúrgicas.
Una de las cuestiones que más interés ha despertado es que Aroa no tiene dientes: “mucha gente me ha preguntado que si no me han salido o que cómo como. Sí, me salieron los dientes como a todo niño, pero por desgracia, con las operaciones me los han tenido que quitar, ya sea en el quirófano o en el dentista porque a los médicos les molestaba a la hora de intubar, a la hora de rascar y de quitar el tumor. No tengo ningún diente en la boca actualmente”, explica.
"Me salieron los dientes como a todo niño, pero por desgracia, con las operaciones me los han tenido que quitar"
La joven tampoco puede utilizar prótesis dentales, ya que únicamente le serían útiles durante unos pocos meses hasta que el tumor volviera a crecer y se desencajaran poco a poco. Por este motivo, los únicos alimentos de los que debe prescindir son los de consistencia dura, como la corteza del pan o cosas crujientes. “Al no tener dientes, no puedo masticar bien”, narra Aroa, quien también sufre muchas llagas por el rozamiento de la comida con las encías.
Los problemas llegan cuando el tumor ha crecido demasiado, que incluso puede llegar a impedirle tragar o respirar correctamente. De hecho, en uno de estos episodios la joven tuvo que llegar a alimentarse con una jeringuilla a base de comida triturada. Por el momento, Aroa se encuentra estable y está esperando a que el hueso se endurezca para que los especialistas puedan remodelarlo y tratar de abrir así un nuevo capítulo en su historia.