Hacer deporte es uno de los hábitos de vida saludable que todos deberíamos seguir en nuestro día a día para mejorar la salud general de nuestro organismo. Más allá de utilizar la práctica deportiva para mantenernos en forma, se trata de adoptar el ejercicio como método de prevención y tratamiento de enfermedades, también para la mejora de la calidad de vida. Sin embargo, la ciencia ha estudiado cómo ejercitarnos en un momento del día u otro puede ser clave para maximizar los beneficios obtenidos, tal y como ha contado en X (antiguo Twitter) Gorka Orive (@gorka_orive), el popular científico y catedrático de Farmacia de la UPV.
En primer lugar, el experto aprovecha para mencionar que “los beneficios del ejercicio sobre la salud están demostrados”, con unas ventajas que “se extienden a la gran mayoría de órganos y sistemas, y su impacto llega a la prevención y tratamiento de la mayoría de enfermedades crónicas no transmisibles del siglo XXI”. Y, aunque es consciente de que no siempre se puede elegir cuándo hacer ejercicio, recuerda que lo importante es moverse en algún momento del día:
“Elegir el momento del día para hacer ejercicio no siempre es posible. Si es tu caso, no te preocupes, haz ejercicio cuando puedas. Hacer algo de ejercicio es siempre mejor que no hacer nada, y más (de forma controlada y ajustado a la edad) es mejor que menos”, señala.
"Hacer algo de ejercicio es siempre mejor que no hacer nada"
Independientemente de esto, los avances científicos ya han dejado unas primeras evidencias que demostrarían que los efectos del ejercicio pueden ser mayores en función de cuándo se realice. Estos son los hallazgos que se han obtenido, de momento:
- Por la mañana, un estudio ha reportado que la actividad física que acostumbramos a realizar durante las primeras horas del día “se asociaría a un menor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular”.
- A mitad del día, entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde, “otra investigación apunta a que la actividad física de intensidad moderada/vigorosa presentaría un menor riesgo de mortalidad por todas las causas y de enfermedad cardiovascular”.
- Por la tarde, el ejercicio mejora el control de los picos de glucosa o la presión arterial en pacientes con obesidad, con diabetes tipo 2, hipertensos o que sufren el síndrome metabólico.
“Parece que más que la hora, la clave sería la intensidad”
Estos incipientes resultados han determinado que la práctica de ejercicio no dependería tanto de la hora a la que se realicen, sino más bien de la intensidad. Puesto que todavía queda bastante por estudiar al respecto para sacar mejores conclusiones, Orive prefiere dar un consejo que será siempre de utilidad: “El mejor consejo es evitar el sedentarismo y hacer un poco de ejercicio cada día, ajustado a la edad y estado de cada uno”.