Atravesamos unas semanas de oleada de gripe y otras infecciones y, a pesar de las campañas de vacunación, hay formas de mantenernos prevenidos ante esta y otras enfermedades comunes del invierno. Esto es lo que cuenta Gorka Orive (@gorka_orive), el popular científico y catedrático de Farmacia de la UPV, que ha contado a través de un hilo de X (antiguo Twitter) cómo el ejercicio físico puede ayudar en casos de gripe y neumonía.
Según el experto, hay datos científicos que corroboran esta teoría y que deberíamos aprovechar especialmente ahora que vivimos “un momento en el que la prevalencia de la infección está en máximos”.
Recientemente, un nuevo estudio ha demostrado que “la actividad física de tipo aeróbico estaría relacionada de forma dosis dependiente con menos riesgo de gripe y neumonía”. Tal y como explica el científico, “hacer entre 10-149, 150-300 o 301-600 min/semana se asocia a una disminución del riesgo del 21%, 41% y 50%, respectivamente”.
Todo apunta a que el fortalecimiento muscular obtenido durante el ejercicio aeróbico “indice beneficios asociados a la reducción de la mortalidad, incluso en aquellas personas que no hacen la actividad física aeróbica suficiente”, señala el experto, animando a las personas y pacientes más inactivos a aumentar sus niveles de actividad física.
Asimismo, Orive recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda “actividad física aeróbica igual o mayor que 150 minutos a la semana de intensidad moderada y al menos 2 días de fortalecimiento muscular”. Sin embargo, tan positivo es para el cuerpo humano la práctica de ejercicio, como negativo es un exceso: “La dosis por exceso también puede agotar nuestras defensas y aumentar el riesgo de morbilidad”, explica el influencer, señalando que la clave está en el equilibrio.
“La dosis por exceso también puede agotar nuestras defensas y aumentar el riesgo de morbilidad”
Lo cierto es que el ejercicio físico está más que consolidado como uno de los pilares básicos de la rutina saludable para el cuidado del organismo, con múltiples estudios que demuestran sus propiedades para la salud. Uno de los más recientes confirmaba que practicar ejercicio semanalmente podría reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y oncológicas, reduciendo la tasa de mortalidad en un 50% en aquellas personas que realizaban ejercicio moderado de forma periódica.