Ya está en marcha la adjudicación de plazas MIRde 2024. Desde este lunes 8 de abril a las 9:30h., y hasta el próximo viernes 19 a las 17:30h., serán repartidas las 8.768 vacantes ofertadas este año por el Ministerio de Sanidad, a las que aspiran un total de 11.755 personas que obtuvieron número de orden después de aprobar el examen de acceso del pasado 20 de enero. Todos ellos podrán elegir entre las 46 especialidades de las que dispone actualmente el Sistema Nacional de Salud, siendo una de las más importantes, gracias a su constante avance tecnológico, la de Radiodiagnóstico.
Y esto se ve reflejado en cada convocatoria MIR. No en vano, Radiodiagnóstico es, con 305 plazas ofertadas en la de este año, una de las especialidades más numerosas. Por eso, para animar a los futuros residentes que todavía están en duda a que se decanten por elegir esta especialidad, el técnico de Radiología Miguel Ángel de la Cámara ha publicado un hilo en X en el que señala algunos de los aspectos más destacados del ejercicio del Radiodiagnóstico. “La anatomía la estudiamos con posiciones estándar. Y las variantes anatómicas extrañan”, señala.
Y es que, explica de la Cámara, la superposición entre bordes de tejidos se puede gestionar con múltiples herramientas modificando las características de la imagen. Así, afirma, gracias a esos mencionados constantes avances “que permiten maravillas”, la competencia tecnológica en Radiodiagnóstico es un reto “precioso y diario”. “El contexto del hallazgo es importante. Es decir, según sea la región anatómica o la Fisiología que se estudia, nos podemos esperar patrones de detalles”, indica el técnico. “Esos patrones forman parte de la confirmación o rechazo de la pregunta diagnóstica en Radiodiagnóstico”, añade.
“Desde Radiodiagnóstico proporcionamos resultados quirúrgicos, visión y orientación espacial al problema que tienen otros especialistas de la Medicina”
Estos especialistas, con los que, como técnico en Radiología -“TSID en España o Radiographers en internacional”-, de la Cámara trabaja codo con codo, pueden también sustraer -“eliminar parte de la anatomía”- para ver mejor el objeto del problema. “Y también cambiar la posición espacial para navegar alrededor de milímetros de la anatomía. ¡Radiodiagnóstico al poder!”, exclama el experto de Linares (Jaén), que cuenta ya con casi 18.000 seguidores en la red social antes conocida como Twitter.
“Los técnicos os ayudamos en el proceso. Caracterizamos con diferentes herramientas tecnológicas (conociendo la ingeniería de la imagen, clínica y anatomía) para ver analizar este tumor de hueso”, comenta en su hilo de X, al que adjunta diversas imágenes realizadas con escáner. “Desde Radiodiagnóstico proporcionamos resultados quirúrgicos, visión y orientación espacial al problema que tienen otros especialistas de la Medicina”, insiste de la Cámara, subrayando además que ya están en el borde de la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA).
La Inteligencia Artificial, más allá de las ventajas que supone que en algunos campos, como el médico, también genera mucho temor por el hecho de que pueda eliminar puestos de trabajo. Dicho temor existe entre los radiólogos, pero, asegura el técnico, esto realmente no es así. “A. Hacemos más pruebas, y crecen las subespecialidades en Radiodiagnóstico, tanto por órgano o sistema, como por modalidad o aparataje. Y B. La IA no sustituirá al informe”, asegura confiado.
TODAVÍA QUEDA MUCHO POR HACER
No obstante, en España todavía queda camino por recorrer en el ámbito de la tecnología para el Radiodiagnóstico. Tanto que, denunciaba hace un par de meses a ConSalud.es el responsable de Asuntos Profesionales de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), Luis Concepción, de poco sirve toda esta inversión en materia de modernización de equipos que está realizando el Ministerio de Sanidad “si las carreteras siguen siendo viejas”.
Lo hacía refiriéndose a los PACS (Picture Archiving and Communication System, por sus siglas en inglés), el programa informático que utilizan para enviar al resto de profesionales médicos las radiografías que han hecho a los pacientes. “Si las herramientas con las que tenemos que trabajar toda esa información siguen siendo antiguas, al final supone una sobrecarga del sistema. Son más imágenes, más datos…y, en definitiva, más tiempo”, señala Concepción.