Internet y las redes sociales nos han permitido acceder a todo tipo de información a punto de clic, pero cuando se trata de salud, no debería valernos todo. Esto mismo se aplica a los influencers que ofrecen contenido sobre nuestro bienestar, pero que no cuentan con una formación certificada y de calidad.
Hay que tener especial cuidado con todos estos aspectos para saber en qué manos nos ponemos y de ello advierte la dermatóloga Paloma Borregón en uno de sus últimos reels de Instagram, donde reivindica el papel de la especialidad en dermatología frente a los cursos y másteres que podemos encontrar por internet por “un módico precio de 380 euros”:
“Cada cierto tiempo me llega por redes alguna oferta de un máster, un curso o un cursillo, en el que por un módico precio (el que he visto hoy, de 380 euros), te dan un título que dice que eres especialista en dermatología”, advierte la experta en su vídeo, que en pocas horas ha alcanzado 40.000 visualizaciones.
Además, ha comprobado cómo detrás de estos cursos simplemente hay academias, sin universidades o el Ministerio de Sanidad como instituciones de garantía, en las que puedes pagar para obtener el título como especialista en dermatología. Lo más alarmante es que esos cursos no los imparte ningún dermatólogo. “Curioso, ¿no? Porque nosotros, obviamente, no estamos a favor”, expone.
Para dejar claro el esfuerzo que hay detrás en los médicos que han estudiado dermatología, la doctora ha explicado todo el proceso formativo por el que tienen que pasar: “El especialista en dermatología se hace después de estudiar los años de carrera en Medicina, que son seis. Prepararse el examen de MIR, hacer el examen de MIR y sacar de las mejores notas, ya que la dermatología es una de las especialidades más demandadas”.
“Cada cierto tiempo me llega por redes alguna oferta de un máster, un curso o un cursillo, en el que por un módico precio te dan un título que dice que eres especialista en dermatología”
Pero la formación de un dermatólogo no acaba ahí. “Después, hay que hacerse cuatro años de residencia en dermatología, en un hospital en el que vas viendo todas las partes de la especialidad de la piel. Y luego, además de los años que sean de experiencia. Eso es un dermatólogo”, aclara.
Por lo tanto, hablamos de un nivel de formación que no se puede comparar con aquella persona que “ha pagado un título que dice que es especialista en dermatología”. En su caso particular, la Dra. Borregón admite que “fueron muchas horas de estudio, sacrificio constante, lucha incesante por ser lo que ahora soy”, de “dejarte la piel, nunca mejor dicho”. Así que, después de haberlo vivido en sus propias carnes, sabe que “es muy difícil llegar a ser dermatólogo”.
Todo ese esfuerzo contrasta mucho con que “cada vez vemos más cursos que se ofertan en los que te acreditan como especialista en dermatología”. Así que, no duda en recordar a sus seguidores que “un dermatólogo no es una persona que ha hecho un curso y que ha pagado un título que dice que es especialista en dermatología”, por lo que insta a informarnos sobre los profesionales de la piel a los que confiamos nuestro cuidado: “Preguntadle si es dermatólogo y si lo es de verdad”.