El dolor de espalda es uno de los problemas de salud más extendidos en todo el mundo y afecta a millones de personas a diario. Más allá de los tratamientos convencionales, es fundamental comprender sus causas subyacentes, que muchas veces se pasan por alto, y explorar enfoques integrales que permitan no solo aliviar los síntomas, sino resolver los problemas de fondo.
Una de las mayores motivaciones detrás de la lucha contra el dolor de espalda radica en la cantidad de pacientes que llegan a consulta tras probar múltiples tratamientos que, si bien alivian temporalmente el dolor, no ofrecen soluciones definitivas. En este contexto, Juanma Ortega, experto en saludmusculoesquelética, escribió el libro ‘Tu dolor de espalda tiene solución (si sabes cómo)’. Según explica para Influcare, la clave está en "ayudar a las personas a conseguir la máxima calidad de vida y no solo aliviar los síntomas".
"Me preocupa más la 'hernia mental' que la hernia discal"
A nivel profesional, Ortega destaca el impacto que tiene trabajar con casos severos, como pacientes con herniasdiscales que sufren pinzamientos nerviosos que les impiden caminar, e incluso les llevan a utilizar sillas de ruedas. Estas experiencias son desafiantes no solo por el problema físico en sí, sino también por el estado emocional de los pacientes, que muchas veces llegan al límite de su capacidad mental. "Me preocupa más la 'hernia mental' que la hernia discal", afirma. La combinación de dolor físico y desmotivación puede ser un obstáculo difícil de superar, pero devolver la calidad de vida a estas personas se convierte en una motivación constante para continuar investigando y trabajando.
Por otro lado, el conocimiento de la biomecánica avanzada es un pilar fundamental en su enfoque. Ortega señala que la biomecánica permite entender cómo los desajustes en ciertas partes del cuerpo generan desequilibrios y disfunciones en otras. "Unas articulaciones o músculos que funcionan mal afectan directamente a otras zonas, provocando bloqueos y lesiones más significativas". El problema, según explica, es que la mayoría de los pacientes buscan ayuda solo cuando el dolor es incapacitante. Si se invirtiera en educación y conocimiento para identificar estos procesos antes de llegar a un punto crítico, se lograrían avances significativos en la prevención y salud de la espalda.
Frente a los tratamientos convencionales que se centran en aliviar los síntomas, el enfoque de Ortega se diferencia por su razonamiento clínico, que busca las causas de las lesiones más allá de la zona afectada. "La mayoría de los pacientes no han sufrido traumatismos ni accidentes, y suelen decir: ‘yo estaba bien y, de la noche a la mañana, me levanté así’". Esta perspectiva le permite abordar problemas que otros métodos no consiguen resolver, lo que refuerza su idea de que un tratamiento efectivo debe centrarse en el origen del problema, y no solo en las manifestaciones externas.
Para ayudar a las personas a entender su cuerpo y abordar los problemas de manera efectiva, Ortega ha volcado su experiencia en un libro en el que explica de forma accesible cómo identificar las causas subyacentes del dolor de espalda. "La mayoría de las lesiones comienzan con sensaciones de rigidez en algunas partes del cuerpo o con pequeñas dificultades para realizar actividades cotidianas", comenta. Señala que estas señales a menudo se asocian erróneamente con el envejecimiento, cuando en realidad son el resultado de procesos que se pueden abordar antes de que los síntomas se agraven.
LOS BUENOS HÁBITOS, FACTOR CLAVE
Además del aspecto biomecánico, Ortega resalta la importancia de factores como la alimentación, el estilo de vida y la hidratación. En un mundo cada vez más sedentario, "el cuerpo, diseñado para el movimiento, sufre las consecuencias de pasar muchas horas en posturas estáticas, lo que agrava la rigidez muscular y aumenta el riesgo de lesiones". La alimentación, por su parte, tiene un impacto directo en los procesos inflamatorios y en la capacidad de recuperación del cuerpo. "Una dieta inflamatoria dificulta la reparación musculoesquelética", explica, por lo que alinear estos hábitos con un enfoque integral de recuperación acelera el proceso de rehabilitación.
"Una dieta inflamatoria dificulta la reparación musculoesquelética"
Otro factor crucial en el tratamiento del dolor de espalda es la mentalidad de los pacientes. Para Ortega, una actitud positiva y la motivación son esenciales en la recuperación. Muchos pacientes llegan desmotivados tras haber probado tratamientos sin éxito, y esta falta de esperanza puede dificultar su avance. Sin embargo, es fundamental ayudarles a entender que "su problema no es el dolor ni la hernia, sino los tejidos que han perdido su función de elasticidad y fuerza". La clave está en recuperar estas capacidades para desbloquear el problema en su raíz.
Por último, Ortega insiste en los errores más comunes que cometen las personas al tratar el dolor de espalda: centrar su atención exclusivamente en los síntomas y no en las causas subyacentes. "El principal error, tanto de pacientes como de muchos profesionales, es enfocarse en el dolor, el hormigueo o el calambre. Estos son solo indicadores de que algo no funciona bien". En lugar de eso, recomienda analizar el cuerpo de forma global y buscar la ayuda de profesionales que compartan este enfoque. El dolor de espalda no tiene por qué convertirse en una condena permanente. Comprender el funcionamiento del cuerpo, adoptar hábitos de vida más saludables y abordar las causas subyacentes de los problemas son las claves para recuperar la calidad de vida y evitar recaídas.