Diez razones por las que Preventiva ha dejado plazas libres en el MIR: “Es normal que no nos elijan”

Adrián Hugo Aginagalde Llorente, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, expone diez razones por las que su especialidad ha dejado plazas libres en el MIR 2024

Adrían Aginagalde (FOTO Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria)
Adrían Aginagalde (FOTO Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria)
22 abril 2024 | 15:00 h
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Al contrario que el año pasado, cuando Medicina Familiar y Comunitaria fue la única especialidad MIR que dejó vacantes libres, Medicina Preventiva y Salud Pública y Medicina del Trabajo también han hecho lo propio en 2024 con las 12 y 2 plazas, respectivamente, que no han logrado cubrir. Por eso, el preventivista y Jefe de Servicio de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica e Información Sanitaria de Gipuzkoa, Adrián Hugo Aginagalde Llorente, ha publicado un hilo en X en el que expone las causas por las que se ha producido este “descalabro” de la especialidad en la reciente convocatoria de Médico Interno Residente.

En primer lugar, expone Aginagalde, está el problema del que adolecen otras tantas especialidades que componen actualmente el Sistema Nacional de Salud: el bajísimo salario y grado de conocimiento y las “cero ayudas en el periodo sin guardias”. Pero es que, más allá de todo esto, hay otra serie de razones que afectan especial -y casi únicamente- a la especialidad de Medicina Preventiva y Salud Pública y que la convierten en una rara avis durante el periodo de formación. El experto lo tiene claro, y, como ya habían comentado en ocasiones anteriores otros especialistas a ConSalud.es, las recuerda en su publicación.

"La especialidad no puntúa ni se exige en el 40%-50% de los puestos"

Por ejemplo, está el hecho de la elevada movilidad fuera de la provincia (mudanzas) debido a las rotaciones durante la residencia; el que la especialidad no puntúe -una de las grandes reivindicaciones de los preventivistas en los últimos años- ni se exija “en el 40%-50% de los puestos; el “incremento no proporcional del número de plazas MIR -seis nuevas unidades docentes se estrenan este año- sin recursos ni estructura”, que lleva a que, denuncia Aginagalde, cada adjunto tenga un MIR; o el mal posicionamiento/rol de la Medicina Preventiva en los hospitales y de la Salud Pública en el citado SNS.

Y es que, reconoce el especialista, los preventivistas están alejados del arquetipo del médico, y son objeto de algunas “actitudes haters”; de hecho, todos ellos están obligados a cursar un máster durante su primer año de residencia. “No ser una especialidad donde los profesionales, sus representantes y los decisores mejor lo hayan hecho (consensos, difusión autocrítica, etc.) en momentos clave”, es el noveno motivo de Aginagalde, que cierra con la “ausencia de apoyo externo”: “financiadores, agentes sociales, ciudadanía-pacientes e industria”.

"Los residentes de Medicina Preventiva y Salud Pública tienen que hacer dos mudanzas más que la media"

“Es normal que si un R0 tiene que elegir entre hacer 1º mudanza + 4 meses con guardias + 2º mudanza + 9 meses sin guardias ni MACs (<950€) + 3º mudanza + resto de la residencia cobrando menos que el resto... y teniendo que rotar fuera de tu provincia... no nos elija. Es normal”, critica Aginagalde. “Si se le añade todas las características intrínsecas de la especialidad (no nos conocen, no se entiende lo que hacemos, no nos sobra precisamente personal, nos peleamos entre nosotros constantemente) y extrínsecas (OPEs en salud pública cada 20 años con 0 puntos por el título, reconocimiento desigual incluso en los servicios de salud para lo que no es estrictamente la antigua Higiene Hospitalaria, dificultad para mantener y organizar la formación entre dispositivos)… es normal”, insiste.

DE POCO SIRVE LAMENTARSE...

No obstante, apunta el preventivista vasco, “el lamento aporta poco, y el diagnóstico está más o menos hecho”. Así, propone una serie de medidas con el objeto de mejorar la situación de la especialidad y de sus profesionales de cara al futuro. Al igual que en el diagnóstico, lo primero que reivindica Aginagalde es actualizar el salario base y las MACs, con ayudas para el periodo del mencionado máster o curso superior, que, recuerda, supone que estos residentes tengan que hacer dos mudanzas más con respecto a la media. “Si el dispositivo no está en tu provincia, ¿se debe acreditar? Al menos se debe ayudar económicamente”, señala.

El resto de medidas no están tan centradas directamente en los residentes, sino en su futuro como especialistas y en la mejora de la calidad de los servicios de Medicina Preventiva y de Salud Pública. “Mérito en todas las oposiciones de Salud Pública y Administración Sanitaria + exigencia progresiva proporcional y con excepciones para aquellas que sean para licenciado/graduado en Medicina” o “evaluar si tiene sentido ofertas algunas plazas en algunas unidades docentes”, son algunas de sus propuestas.

"No hay soluciones mágicas, ni completas; sino graduales y colaborativas. Y de esto, algo sabemos”

“Incrementar la liberación de los jefes de estudio, algo de personal de apoyo a las unidades docentes (casi nunca hay ni 50% de auxiliar administrativo), algún mínimo recurso para la organización de la docencia (hay 0€), reconocer a los tutores de apoyo/de los dispositivos de alguna forma…” son otras de sus reivindicaciones, que pide también re-posicionar la Medicina Preventiva y Salud Pública en lo estructural, estratégico, normativo y profesional. “Hay que hacer más que decir, hablar más que criticar y entender más que etiquetar”, añade.

“Puede sonar utópico, abstracto, irrealizable, inalcanzable e inmaterializable. Es verdad. Y podemos tirar de la inercia, de la crítica y el lamento; ahora bien... la realidad es que, por nuestro tipo de trabajo, casi ninguno somos ajenos a alguna de estas soluciones”, afirma Aginagalde. “Todos tenemos pequeñas ventanas de oportunidad que aprovechar, conocemos compañeros que pueden ayudar en ello y tenemos voz para apoyar lo que proponen otros. No hay soluciones mágicas, ni completas; sino graduales y colaborativas. Y de esto, algo sabemos”, sentencia.

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