Aunque la ciencia esté muy avanzada y cada vez tengamos un mayor acceso a la información con la llegada de internet, no todo el conocimiento llega a la población general. Por eso, muchas personas que comienzan a estudiar Medicina se sorprenden con la cantidad de datos curiosos que aprenden durante sus estudios sobre el cuerpo humano.
Esto es lo que le pasó a la popular farmacéutica e influencerElena Monje (@infFARMArte), que ya suma más de 947.300 seguidores en TikTok, pues ha desvelado a través de la red social cuáles fueron dos de las curiosidades que más le llamaron la atención cuando estudiaba Farmacia. Y con ellas, también nos las ha descubierto a nosotros:
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- Las personas pelirrojas son más sensibles al dolor. Según la experta, “esto se debe a que las personas pelirrojas tienen una mutación en el gen MC1R, que les hace tener un umbral del dolor más bajo”. A ello añade que “normalmente, los pelirrojos necesitan un 20% más de anestesia que los demás pacientes”.
Lo cierto es que circulan muchos estudios al respecto. Hace unos años una investigación publicada en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos concluía que las personas con el cabello rojo natural eran “más sensibles al dolor térmico y resistentes a los efectos analgésicos de la lidocaína subcutánea”.
Otro estudio más reciente que veía la luz en la revista especializada Science Advances decía lo contrario: el receptor melanocortina 1, que es el encargado de dar el color anaranjado, se relaciona con la inhibición de algunos receptores del dolor, por lo que los pelirrojos serían menos sensibles al dolor.
- Existe una relación entre perder el olfato y el alzheimer. Tal y como ha explicado la farmacéutica, “la disminución del sentido del olfato puede ser uno de los primeros síntomas del alzheimer, por eso se puede utilizar como herramienta para su detección precoz”. Un estudio publicado hace un mes en Neurology apoya esta teoría. La investigación se propuso “evaluar la capacidad de una persona para detectar olores como una forma útil de predecir futuros problemas cognitivos”.
El resultado fue que los portadores de la variante del gen del alzheimer comenzaron a reducir su capacidad para detectar olores en las edades comprendidas entre los 65 y los 69 años, en comparación con las personas no portadoras.