Cuando nos caemos o nos lesionamos practicando algún deporte, lo primero que hacemos es aplicar hielo, un ‘truco’ que va pasando de generación en generación. Sin embargo, esta medida tiene una base médica, y suele conocerse como ‘crioterapia’. El hielo puede aliviar el dolor, la hinchazón y la inflamación causados por lesiones y otras afecciones, como la artritis. Son muchos los beneficios de esta técnica pero, ¿cuándo usar hielo en las lesiones? El doctor e influencer Antelm Pujol ha compartido, a través de su cuenta en la red social X (@AntelmPujol), la respuesta a esta pregunta.
Los médicos y fisioterapeutas especializados en medicina deportiva suelen emplear la crioterapia después de una lesión para disminuir la temperatura del tejido y reducir el dolor, limitar la lesión secundaria y la inflamación y favorecer la curación. No obstante, además del efecto analgésico, no hay evidencia de estudios en humanos de que este tratamiento limite la lesión secundaria o tenga efectos positivos en la regeneración tisular.
Los médicos y fisioterapeutas especializados en medicina deportiva suelen emplear la crioterapia después de una lesión para disminuir la temperatura del tejido y reducir el dolor
Aún así, como comparte el influencer en su cuenta de X, si se aplica hielo en las primeras seis horas tras una lesión musculoesquelética, puede reducir tanto el dolor como el hematoma. Por el contrario, si se aplica después de las seis primeras horas tras una lesión, puede reducir la capacidad de regeneración del tejido. La conclusión de esta cuestión es que, de igual modo que en muchas otras patologías, el tiempo es importante. De hecho, algunos estudios en animales sugieren que la crioterapia puede retrasar o perjudicar la regeneración tisular.
¿CÓMO USAR EL HIELO?
La persona lesionada puede colocar hielo en una bolsa de plástico, y verter el agua necesaria para cubrir el hielo. A continuación, se aprieta la bolsa para sacarle el aire y se sella. La bolsa debe ser envuelta en una toalla húmeda y colocarse en la zona afectada. Es importante poner siempre un paño entre la piel y la compresa de hielo, y presionar firmemente contra todas las curvas de la zona afectada. El hielo no se debe colocar por más de 15 a 20 minutos seguidos, y el paciente nunca debe quedarse dormido con el hielo sobre la piel.
La crioterapia se puede emplear junto con compresión, elevación, refuerzo o soporte cuando trata lesiones severas
La crioterapia se puede emplear junto con compresión, elevación, refuerzo o soporte cuando trata lesiones severas. Además, los medicamentos antiinflamatorios no estiroideos pueden producir un efecto similar al hielo, pero también pueden retrasar la curación de lesiones severas como esguinces, luxaciones y fracturas.
¿CUÁNDO NO USAR HIELO?
Según Healthy Children, no se debe usar hielo inmediatamente después de realizar actividades físicas o si el área donde se aplica el hielo está adormecida. Tampoco se debe utilizar cuando el dolor o la inflamación involucran un nervio. Si el atleta tiene alguna anormalidad de los nervios que controlan el flujo de sangre o si tiene enfermedad vascular también está contraindicado, así como si compromete la piel o si el paciente tiene hipersensibilidad al frío.