Es muy común que durante el día a día nos realicemos pequeñas heridas como cortes, arañazos, hematomas y quemaduras. Pero no todos conocemos cuál es la forma correcta de actuar ante estos percances. Los profesionales de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp) a través de su cuenta de X, antes Twitter, explican qué hay que hacer en cada caso.
Contar con un botiquín casero material básico para curar heridas leves como gasas, apósitos, antiséptico, esparadrapo y suero fisiológico. Son elementos que siempre deberíamos tener en casa para poder disponer de ellos en caso de necesidad.
Elementos como gasas, apósitos, antiséptico, esparadrapo y suero fisiológico son básicos del botiquín casero
Recuerdan que ante una quemadura leve debemos enfriar la piel bajo el grifo de agua fría durante unos 15 minutos para después aplicar un antiséptico para desinfectar la herida. Indican que es preferiblemente que este sea en forma de gel, para que refresque la lesión.
Desde anefp nos explican que si la herida sangra, el primer paso es detener la hemorragia presionando una gasa sobre la lesión. Una vez que la herida deja de sangrar, debemos limpiarla, con agua y jabón suave, desde el centro hasta los bordes.
Si la herida tiene cierta profundidad, es recomendable limpiarla con suero fisiológico y siguiendo el mismo procedimiento. Una vez que la herida está limpia debemos aplicar un producto antiséptico (agua oxigenada, alcohol, povidona yodada, soluciones de mercurocromo y preparados a base de clorhexidina) para evitar que se infecte.
Para proteger una herida y evitar que vuelva a abrirse e infectarse, la cubriremos con un apósito. Para magulladuras y roces producidos por caídas (muy habituales en niños), es mejor cubrirlos con apósitos con hidrocoloides, que evitan la infección, reducen los tiempos de cicatrización y permiten el baño.
En el caso de los hematomas, lo más adecuado es, después de la contusión, mojar la zona afectada con agua fría y aplicar después un gel o pomada que favorezca la circulación de la sangre y la reabsorción del hematoma.