La visita al pediatra es algo rutinario pero que puede llegar a ser una situación de gran estrés para algunos bebés y, en consecuencia, para sus padres. Los llantos, el estrés y el hecho de no estar en un entorno seguro hacen que las consultas sean un proceso realmente desagradable. Frente a esto, la doctora e influencer Lucía Galán Bertrand ha querido transmitir calma a los padres, a través de su cuenta en la red social TikTok (@luciamipediatra).
“¿Tu bebé llora en la revisión del pediatra? Que sepáis que esto es algo bastante habitual”, comienza explicando la doctora e influencer. Los pequeños suelen pasar por distintas fases dentro de su crecimiento y desarrollo, de modo que tienen épocas en las que lloran sistemáticamente en las revisiones pediátricas. Sin embargo, como explica la experta, esta situación es algo normal.
“Lloran porque no nos conocen, tienen miedo, o porque ya asocian recuerdos de vacunas que se han puesto”
Durante los primeros meses de vida del bebé, las revisiones se caracterizan por ser “apacibles y tranquilas”, debido a que los bebés están con sus padres. “Normalmente no suelen llorar, y si lo hacen es muy poco, se consuelan rápido”. Sin embargo, en torno a los ocho o nueve meses empiezan a desarrollar ansiedad por separación, porque ya identifican los rostros conocidos de los que no. “Lloran porque no nos conocen, tienen miedo, o porque ya asocian recuerdos de vacunas que se han puesto”.
Ante esto, la doctora Lucía Galán insta a mantener la calma, y recuerda que los pediatras están completamente acostumbrados a trabajar con niños que lloran, y esto no supone ninguna molestia. “Esto es normal, no os tenéis que frustrar ni estáis haciendo nada mal, no suele haber ningún problema con el bebé”, continúa la experta.
La influencer comenta que ha visto casos de padres que lo pasan realmente mal, pero recuerda que no pasa nada, puesto que es algo que le pasa a prácticamente todos los niños a esas edades. “Vosotros no lo tenéis que vivir tampoco con muchísima ansiedad”, argumenta, añadiendo que eso va a suceder durante las revisiones de los doce o quince meses.
Aún así, los pediatras intentan que no lloren, empleando todos los recursos a su alcance para ganarse la confianza del bebé. Además, debido a que forma parte del comportamiento natural de los niños de esa edad, la doctora Galán incide en la importancia de no enfadarse, regañar o amenazar al pequeño. “Tenemos que normalizar, intentar acompañarle en el proceso y saber que esta situación va a pasar”, añade.
“Tenemos que normalizar, intentar acompañarle en el proceso y saber que esta situación va a pasar”
“La mayor parte de los niños a esas edades tienen miedo, y hay que validar ese miedo y dar por hecho que van a llorar un poquito y ya está”. A pesar de todo, cuando se acercan a los dos años, la mayor parte de los niños ya conocen a su pediatra, razonan más y saben que no se les va a hacer ningún daño. Además, gracias a los recursos que han empleado los pediatras durante todo este proceso, se muestran más confiados.
Así, entre los dos y los tres años los niños dejan de llorar. En cuanto todas las señales que perciben les reafirman que están en un entorno seguro, llega el momento en el que se tranquilizan. “No lo viváis con una ansiedad excesiva, yo entiendo que no os gusta ver llorar a vuestros hijos, pero entended que es una fase de su desarrollo, que lloran ante cosas extrañas y desconocidas y que a medida que nosotros vamos repitiendo esos procedimientos el bebé va relajándose con su pediatra”, prosigue.
“Mucho ánimo a todos los que estáis en ese túnel, porque efectivamente la visita al pediatra es muy estresante porque los véis llorar. Lo sabemos, lo entendemos y os acompañamos”, concluye la doctora.
@luciamipediatra#elgranlibrodeluciamipediatra#luciamipediatra#luciagalan#pediatria#pediatra♬ sonido original - Dra. Lucía Galán Bertrand