La actividad física es un hábito de vida saludable que se nos inculca desde que somos pequeños, en el colegio. Todos hemos cursado Educación Física en nuestra etapa escolar, ya que forma parte del currículo obligatorio, aunque en las últimas décadas haya vivido una evolución significativa. Sin embargo, los expertos consideran que la asignatura podría mejorar en calidad y en número de horas dedicas para favorecer unos niveles más adecuados de salud entre los niños y adolescentes. Y no sólo para asentar el hábito, sino para prevenir enfermedades evitables entre la población más joven.
Esto mismo es lo que opina el placentino Antonio García-Hermoso, Doctor en Ciencias de la Actividad Física por la Universidad de Extremadura, investigador postdoctoral Miguel Servet y director de la Unidad de Investigación de Actividad Física Infanto-Juvenil del centro de investigación biomédica Navarrabiomed. También divulgador en redes sociales (@a_garciahermoso en X, antiguo Twitter), el experto acerca el conocimiento científico sobre el ejercicio y su impacto en la salud a todos sus seguidores.
Ahora mismo, su equipo y él se encuentran probando la app móvil Diactive-1, una herramienta que ellos mismos han diseñado y que ofrece entrenamientos personalizados para niños con diabetes tipo 1 con el objetivo de mejorar sus niveles de glucosa en sangre. Un hecho que podría requerir menos dosis de insulina en su tratamiento, así como suponer un importante ahorro en coste sanitario.
Además, García-Hermoso acaba de ser reconocido como el séptimo científico del mundo más citado a nivel global, según el ránking de la Universidad de Stanford. Hoy, Influcare habla con él para conocer cómo ha recibido la noticia y poder acercarnos un poco más a su perspectiva profesional y proyectos.
Antonio, en 2023 fuiste el séptimo científico del mundo más citado, según la clasificación de la Universidad de Stanford. ¿Cómo has recibido este reconocimiento?
El ‘Ranking Stanford 2023’ destaca a los científicos más citados a nivel mundial en diferentes campos científicos, incluido "Sport Science" dentro de las Ciencias de la Salud. Reconoce al 2% de los investigadores más citados, basándose en la frecuencia con la que otros científicos citan su trabajo en sus investigaciones. En Sport Science, dentro de las instituciones españolas, me encuentro en la posición 7.
"Lo más significativo para mí es contribuir al avance del conocimiento y hacer una diferencia en mi campo de investigación"
Al fin y al cabo, este reconocimiento es el resultado del trabajo de muchos años y del esfuerzo en equipo. Si bien es gratificante ser reconocido de esta manera, prefiero no darle demasiada importancia a estos rankings, ya que lo más significativo para mí es contribuir al avance del conocimiento y hacer una diferencia en mi campo de investigación. Realmente, me emociona compartir esta lista con colegas como Mikel Izquierdo, con quien tiene el privilegio de trabajar diariamente.
Tu labor de investigación científica y la de tu equipo se centran en la actividad física infanto-juvenil. ¿En qué momento decidiste dedicarte al campo de las Ciencias del Deporte?
Desde pequeño he practicado deporte, específicamente natación, lo que ha sembrado en mí una profunda vocación por la actividad física. Además, siempre he tenido afinidad con los más pequeños, lo que me ha llevado a enfocar mis esfuerzos en comprender y profundizar en los beneficios asociados de la actividad física desde la infancia. Esta combinación de pasión por el ejercicio y el interés por el bienestar de los jóvenes ha sido el motor que me ha guiado hacia el campo de las Ciencias del Deporte.
Como experto en la materia, ¿cómo valoras la situación cardiovascular general de los niños y adolescentes españoles?
La situación cardiovascular de los niños y adolescentes españoles es preocupante en términos generales. Su condición física, un indicador clave de su salud general, es bastante mejorable. Investigaciones recientes han demostrado que la condición física de las generaciones actuales es inferior a la de las generaciones anteriores. Los estudios internacionales, como el FitBack, que han analizado a más de 3 millones de niños y adolescentes europeos, indican que los jóvenes españoles presentan niveles inferiores a la media europea en diversos indicadores de condición física. Esto resalta la necesidad urgente de concienciar a la población sobre la importancia de promover la actividad física regular desde edades tempranas.
Gracias a los datos oficiales, sabemos que el sobrepeso afecta a 4 de cada 10 niños, mientras que la obesidad afecta a 17 de cada 100. ¿Crees que se está fomentando el ejercicio y el deporte lo suficiente en la sociedad, especialmente entre la población infantil? ¿Qué iniciativas o medidas echas en falta?
En mi opinión, aún queda mucho por hacer en cuánto al fomento del ejercicio y el deporte en nuestra sociedad.
Para abordar esta problemática, es necesario implementar iniciativas y medidas que promuevan estilos de vida activos y saludables desde edades tempranas. Una de las áreas clave para ello es el ámbito escolar, donde considero que el profesor de educación física desempeña un papel fundamental. Este profesional puede considerarse el primer agente de salud para los niños. Por lo tanto, es crucial promover escuelas que integren el movimiento como parte esencial de la experiencia educativa, combinándolo con el aprendizaje. Tomando como ejemplo el caso de Singapur, donde han reducido los deberes diarios en favor de actividades físicas, y han obtenido resultados destacados en el informe PISA del 2023, podemos ver el impacto positivo que puede tener esta estrategia en el rendimiento académico y la salud de los estudiantes.
"Los jóvenes españoles presentan niveles inferiores a la media europea en diversos indicadores de condición física"
Además, es crucial resaltar la importancia de mejorar la calidad de las clases de Educación Física y aumentar el número de horas dedicadas a esta materia, en este orden de prioridad. Nuestro grupo de investigación ha demostrado que estas medidas no solo promueven la salud física de los estudiantes, sino también su salud mental. Hemos observado que un aumento en las horas de educación física se correlaciona con mejores calificaciones académicas y hábitos de vida más saludables.
Gran parte de vuestras investigaciones en Navarrabiomed estudian el poder del ejercicio como herramienta terapéutica. Sin ir más lejos, recientemente habéis desarrollado una aplicación móvil, Diactive-1, destinada a niños con diabetes tipo 1 para ofrecerles entrenamientos personalizados. Esta app logra reducir la dosis de insulina que requieren con un mejor control de los picos de glucosa en sangre. ¿En qué momento y por qué surgió el proyecto?
El proyecto Diactive-1 surgió de la colaboración entre nuestra Unidad de Investigación de Navarrabiomed y la Unidad de Endocrinología Pediátrica del Hospital Universitario de Navarra. Inicialmente, se desarrolló un sistema de vigilancia epidemiológica de una cohorte de más de 80 niños y adolescentes con diabetes tipo 1, donde se encontró que solo el 12% cumplía con las recomendaciones de actividad física. Se identificó que gestionar y controlar la actividad física en la vida diaria de estos pacientes era un desafío complejo, especialmente debido al miedo a la hipoglucemia.
En respuesta a este desafío, se ideó la aplicación móvil Diactive-1 (proyecto financiado por el Instituto de Salud Carlos III, PI21/01238). Esta aplicación mHealth representa una herramienta innovadora que permite la prescripción de ejercicio físico personalizado y proporciona educación sobre su gestión específicamente dirigida a jóvenes con diabetes tipo 1. La hipótesis principal del proyecto es que mediante el fortalecimiento muscular de los jóvenes con diabetes tipo 1, se mejorará su sensibilidad a la insulina. Esto significa que se espera que el ejercicio físico específico dirigido al fortalecimiento muscular tenga un impacto positivo en la capacidad del cuerpo para utilizar la insulina de manera más efectiva, lo que puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre y reducir la dependencia de la insulina exógena.
¿En qué fase del proyecto os encontráis?
En la actualidad, nuestro proyecto cuenta con la participación activa de 60 niños y adolescentes, aleatorizados en dos grupos: 30 en el grupo de intervención y 30 en el grupo de control. Estos jóvenes tienen edades comprendidas entre los 8 y 18 años. Tras 12 semanas de intervención, observamos que el uso medio de la aplicación Diactive-1 alcanzó 2,5 sesiones por semana. Esta evaluación intermedia, realizada hasta el momento a las primeras dos oleadas de participantes, incluyó a 11 usuarios del grupo de intervención y 10 del grupo de control, con una representación del 52.3% de niñas. Aunque aún necesitamos completar el análisis con los 60 participantes en esta evaluación intermedia, los resultados obtenidos hasta ahora son muy alentadores.
¿Esta app ya está en abierto o está en modo piloto?
En estos momentos, la aplicación se encuentra en su fase beta, lo que significa que estamos llevando a cabo un piloto de la misma. Durante esta etapa, también estamos evaluando la usabilidad de la aplicación, teniendo en cuenta las opiniones y experiencias de los jóvenes con diabetes tipo 1. Este enfoque nos permite realizar ajustes y mejoras necesarias antes del lanzamiento oficial de la aplicación, asegurando así que cumpla con las necesidades y expectativas de nuestros usuarios. La fase anterior al lanzamiento de la aplicación implica realizar pruebas de escalabilidad en varios hospitales, un proceso en el que estamos actualmente trabajando. Antes de esto, nuestro objetivo es optimizar la aplicación para garantizar un mejor funcionamiento.
¿Cómo pueden utilizar los pequeños pacientes diabéticos Diactive-1?
El programa de ejercicios propuesto se centra en movimientos fácilmente ejecutables. Se incluyen sesiones de familiarización al inicio para prevenir posibles lesiones y malos movimientos, con retroalimentación para los padres a fin de guiar a sus hijos. Además, se han desarrollado vídeos explicativos sobre el uso de los materiales y la ejecución adecuada de los movimientos para mejorar la comprensión de los participantes.
"Aunque aún necesitamos completar el análisis con los 60 participantes en esta evaluación intermedia, los resultados obtenidos hasta ahora son muy alentadores"
El programa de entrenamiento de la aplicación Diactive-1 está diseñado para proporcionar a los participantes una serie estructurada de ejercicios de fuerza adaptados a su nivel de condición física y edad. Incluye sesiones que constan de 3 a 4 series de 6 a 12 repeticiones cada una. Los jóvenes tienen la elección de entrenar sin material, con material (aquaball y bandas elásticas) o en pareja. La intensidad del entrenamiento varía según el nivel de peso de la aquaball y el color de la banda de resistencia, ajustados para niños de 8 a 12 años y adolescentes de 13 años en adelante. La progresión se adapta para diferentes segmentos corporales y niveles de condición física.
Los ejercicios se dividen en tres grupos principales: miembros superiores, inferiores y core, e incluyen una variedad de movimientos como press de banca, extensiones de tríceps, sentadillas, planchas y abdominales. En situaciones en las que la aplicación Diactive-1 detecta niveles inadecuados de glucosa (hemos incorporado la monitorización continua de glucosa y frecuencia cardiaca), se priorizan los ejercicios aeróbicos sobre el entrenamiento de fuerza.
La aplicación Diactive 1 realiza una monitorización continua de los niveles de glucosa y de la frecuencia cardiaca
El programa incorpora períodos de recuperación entre series y ejercicios, con tiempos que varían de 30 a 60 segundos y de 60 a 75 segundos, respectivamente. Después de completar cinco sesiones, se aumenta la carga de entrenamiento, ya sea aumentando repeticiones, series, peso o cambiando la resistencia de la banda.
Por último, para incentivar la adherencia y promover una competencia saludable, Diactive-1 implementa un sistema de gamificación. Los usuarios, identificados por seudónimos, acumulan puntos al completar sus sesiones de entrenamiento. Este enfoque lúdico no solo hace que el proceso sea más atractivo, sino que también fomenta un sentido de logro y progresión. El componente visual de Diactive-1 incluye avatares animados (niño y niña) que sirven como guía durante las sesiones de entrenamiento. Este enfoque no solo facilita la comprensión de los ejercicios, sino que también añade un elemento interactivo, haciendo que la experiencia de ejercicio sea más atractiva y accesible.
¿Se imaginaba el Antonio que cruzó la puerta de la facultad en su primer día de clase alcanzar todos estos hitos?
Cuando crucé la puerta de la facultad en mi primer día de clase, nunca imaginé alcanzar los hitos que he logrado. Durante mi paso por el instituto, fui un desastre como alumno, y nunca hubiera previsto la trayectoria que tomaría en ese momento. Sin embargo, estoy profundamente agradecido a una profesora, María Jesús —ojalá lea esto—, quien se sentó con mi madre y conmigo para convencerme de que podría lograr todo lo que me propusiera si me esforzaba.
¿Tenéis en mente tu equipo y tú otras líneas de investigación?
Como mencioné anteriormente, nuestro próximo objetivo es optimizar la aplicación y expandirla al ámbito clínico en varios centros de salud. Actualmente, contamos con la aprobación de alrededor de 8 hospitales, y es probable que se sumen más en el futuro. Tenemos un equipo de trabajo sólido y estamos seguros de que podemos llegar a más jóvenes con esta patología mediante esta iniciativa.