El influencer y doctor Antelm Pujol, residente de tercer año de Endocrinología y Nutrición, ha informado a través de su cuenta de Twitter que la fructosa puede aumentar el riesgo cardiovascular. Sin embargo, ha concretado en que la fructosa perjudicial es aquella que proviene de los ultraprocesados, mientras que la que contiene la fruta reduciría este riesgo cardiovascular.
Antelm Pujol es un doctor que tiene el objetivo principal de hacer llegar la ciencia a todo el mundo para mejorar su salud física y mental, así como su rendimiento físico y cognitivo. Para ello, comparte a través de sus redes sociales información como la de este Tweet, con la finalidad de crear conciencia en la sociedad. En concreto, el influencer se ha basado para el Tweet en un artículo publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, titulado “Associations of dietary sugar types with coronary heart disease risk: a prospective cohort study”.
El TFE de frutas y verduras no se asoció con el riesgo de enfermedad coronaria, pero el TFE de azúcar y zumo añadidos sí se asoció con el riesgo de esta patología
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte en la población española, pese a que la mayor parte de los factores de riesgo son conocidos y modificables. Hay una serie de factores que pueden influir en la prevalencia de estas enfermedades, como el envejecimiento de la población y el aumento del sobrepeso y la obesidad, derivados de un estilo de vida sedentario y una dieta poco saludable.
En este sentido, es fundamental adoptar hábitos de vida cardiosaludables, siguiendo una dieta equilibrada, baja en grasas y azúcares añadidos. En los últimos años, los investigadores se han centrado en las propiedades de los azúcares, llevando a cabo estudios cuyos resultados no son unánimes. Sin embargo, existen suficientes fundamentos comunes para defender que la salud pública se mantenga en buen estado reduciendo el consumo de bebidas azucaradas, entre otras medidas, como parte de un estilo de vida saludable.
Por su parte, la fructosa es el principal azúcar que se puede encontrar de forma natural en frutas y en la miel, así como en cantidades pequeñas en algunas verduras. Sin embargo, la fructosa, en forma de JMAF, se añade a muchos alimentos ultraprocesados, como las bebidas carbonatadas, los productos horneados, las frutas en conserva y las jaleas. Además, hay otros endulzantes que contienen fructosa, como el azúcar blanco, el azúcar moreno, el jarabe de maíz, el jarabe crudo y la melaza.
En concreto, la investigación en la que se ha basado el post de Twitter partió de la base de que una mayor ingesta de azúcar total se relaciona con el riesgo de enfermedad coronaria (CHD). Sin embargo, el papel de los azúcares individuales, como la fructosa, es incierto. Así, el estudio tuvo el objetivo de investigar las asociaciones de los azúcares dietéticos individuales con el riesgo de enfermedad coronaria.
Para ello, en estudios de cohorte prospectivos, se siguió a 76.815 mujeres y a 38.878 hombres. La ingesta de azúcar y carbohidratos, incluidos los equivalentes totales de fructosa (TFE, de monosacáridos de fructosa y sacarosa), los equivalentes totales de glucosa (TGE, de monosacáridos, disacáridos y almidón de glucosa) y otros tipos de azúcar, se midió cada dos a cuatro años mediante métodos semicuantitativos.
La ingesta de TGE, azúcar total, azúcar agregada y fructosa proveniente del azúcar y zumo agregados se asoció con un mayor riesgo de enfermedad coronaria
Los investigadores documentaron 9.723 casos de enfermedad coronaria durante 40 años. En modelos de sustitución isocalórica con grasa total como nutriente de comparación, comparando quintiles extremos de ingesta, los índices de riesgo de enfermedad coronaria fueron 1,31 para TFE.
El TFE de frutas y verduras no se asoció con el riesgo de enfermedad coronaria, pero el TFE de azúcar y zumo añadidos sí se asoció con el riesgo de esta patología. La ingesta de azúcares totales y azúcares añadidos se asoció positivamente con el riesgo de enfermedad coronaria.
De este modo, concluyeron que la ingesta de TGE, azúcar total, azúcar agregada y fructosa proveniente del azúcar y zumo agregados se asoció con un mayor riesgo de enfermedad coronaria, pero no fue el caso del TFE y la fructosa proveniente de frutas y verduras.