Las redes sociales y las campañas de publicidad promocionan multitud de productos cosméticos destinados a cuidar la salud de la piel. Los avances tecnológicos y de la ciencia nos invitan a pensar que cada vez incorporan más ingredientes y activos novedosos que benefician el tejido cutáneo, pero tal y como ha explicado la popular dermatóloga Ana Molina (@dr.anamolina) en un reel de Instagram, estos productos podrían no ser tan milagrosos como nos cuentan.
Por eso, como experta, ha aprovechado su alcance en redes sociales para indicarnos cuáles son los 5 productos que no utiliza como dermatóloga. Unos cosméticos cuyo uso, sorprendentemente, se encuentra muy extendido en las distintas rutinas de skincare. ¿De cuáles se trata?
El primero que comenta la dermatóloga es el contorno de ojos, muy popular para cuidar, en teoría, la piel de alrededor de los ojos, que es la más sensible de todo el cuerpo, al ser también la más fina. La experta admite que este es el producto “más controvertido”, pero indica que “en los párpados como tal, superior e inferior, no debemos aplicar cosméticos porque podrían entrar al ojo”. Además, en esta zona “podemos aplicar los mismos cosméticos que en el resto de la cara siempre que no sean excesivamente exfoliantes o irritantes como los retinoides y los hidroxiácidos”.
Tampoco recomienda el uso del sérum de pestañas, un producto destinado a hidratar y fortalecer estas fibras capilares y que, en algunos casos, favorece su crecimiento y evita su caída. Pues bien, en palabras de la doctora, no es necesario hidratar las pestañas, ya que “ellas tienen sus propias glándulas sebáceas, llamadas glándulas de Meibomio”. Asimismo, reseña que la mayoría de estos sérums prometen hacerlas crecer, pero “no solo no son efectivos, sino que pueden obstruir estas glándulas y provocar orzuelos”.
"En el contorno de ojos podemos aplicar los mismos cosméticos que en el resto de la cara siempre que no sean excesivamente exfoliantes o irritantes"
En tercer lugar, la experta suprime de su rutina de cuidados las toallitas desmaquillantes. Se venden muy fácilmente porque en un mismo producto se incorporan los químicos desmaquillantes y la toallita en sí para retirarlos, algo que podría resultar bastante cómodo. La Dra. Molina cree que pueden ser útiles para alguna emergencia o situación especial, pero no recomienda su uso diario porque “no desmaquillan de forma efectiva” y, cuando se utilizan, conviene aclararse posteriormente con agua. Además, destaca que son “bastante contaminantes”.
Otro de los productos que rechaza como dermatóloga son los tónicos, los cuales se ofertan como reguladores del pH de la piel, potenciadores de la hidratación, desobstructores de los poros, controladores de la producción del sebo natural, camufladores de las imperfecciones y antiinflamatorios. “Las promesas de los tónicos son infinitas, pero lo cierto es que a la hora de la verdad aportan poco”, señala. De hecho, podrían llegar a resecar algunas pieles.
Y, por último, los aceites esenciales tampoco entran dentro de las recomendaciones de esta dermatóloga. Se utilizan para nutrir la piel, mejorar su luminosidad y elasticidad, disminuir el enrojecimiento y ayudar a regular las grasas naturales. Pero, según la dermatóloga, más allá de que puedan resultar beneficiosos para la aromaterapia, no cree que sea necesarios aplicarlos en la piel. Aplicados directamente sobre ella “puede ser sensibilizante y debe consultarse siempre con un profesional”, concluye.