SIGRE es una entidad sin ánimo de lucro que tiene como misión principal garantizar la correcta gestión medioambiental de los envases y restos de medicamentos que se generan en los hogares. Un proyecto que nacía fruto de la colaboración entre la industria farmacéutica, las farmacias y las empresas de distribución farmacéutica para el desarrollo de un modelo eficaz y eficiente.
Los socios de SIGRE (industria, distribuidores y farmacias) han decidido ampliar el ámbito de actuación de la entidad, para lo que se ha presentado la correspondiente solicitud de autorización administrativa como sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) de envases domésticos, comerciales e industriales de medicamentos.
Así lo ha adelantado el presidente de SIGRE, Humberto Arnés, en el encuentro anual Industria+SIGRE, que se ha celebrado estos días en Madrid y Barcelona y que ha contado con la asistencia de más de un centenar de responsables de medioambiente de las compañías farmacéuticas.
"Para SIGRE se trata de un gran desafío a nivel organizativo porque supondrá organizar la gestión de los residuos de envases de medicamentos generados en más de 150.000 puntos distribuidos"
"Para SIGRE se trata de un gran desafío a nivel organizativo porque supondrá organizar la gestión de los residuos de envases de medicamentos generados en más de 150.000 puntos distribuidos por toda la geografía española y alcanzar los ambiciosos objetivos de reciclado que se han establecido a nivel europeo para este tipo de envases", ha declarado Humberto Arnés.
Con la ampliación de su ámbito de actuación, SIGRE no solo asumirá la correcta gestión medioambiental de los residuos de medicamentos procedentes de los hogares, sino también la de los envases generados en todos los centros sanitarios (hospitales, clínicas, ambulatorios, etc.) y en las instalaciones del canal farmacéutico (distribuidores, operadores logísticos y farmacias).
La industria farmacéutica está avanzando en los últimos años en iniciativas de ecodiseño que hacen que los envases que contienen los medicamentos sean más sostenibles y fácilmente reciclables. A pesar de esto, es el ciudadano el principal responsable a la hora de que la actividad de SIGRE cumpla con sus objetivos.