En el borrador del Anteproyecto de Ley por la que se crea la Agencia Estatal de Salud Pública (AESAP), el Ministerio de Sanidad incorporó entre sus artículos la “obligación del suministro de datos” tanto de las instituciones y organismos del sector público como del privado, incluidas las del ámbito sanitario. Ante la futura creación de esta nueva entidad, en ConSalud.es hablamos con Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, sobre el papel que jugará la sanidad privada en este proyecto.
¿Cómo valora el anuncio de la futura creación de la Agencia Estatal de Salud Pública?
Fenomenal. Es una asignatura pendiente desde la Ley de Salud pública del año 2011 y un mandato expreso de la Comisión para la reconstrucción del sistema sanitario de julio 2020. Es imprescindible que haya una agencia estatal que coordine y dirija las agencias autonómicas ante problemas de Salud Pública. Desde la Fundación IDIS, cuando el 10 de noviembre del 2020 lanzamos nuestro Manifiesto “Por una Mejor Sanidad”, uno de los 10 principios era precisamente este. En concreto, el primero de ellos dice expresamente: “Asistencia de Calidad: Es necesario apostar por la continuidad asistencial dentro de un sistema orientado a las necesidades de los pacientes con la participación de los profesionales, donde la coordinación y el enfoque de los problemas urgentes (listas de espera, adaptación a crónicos complejos) sean la clave. Además, se hace necesaria la creación de una Agencia de Salud Pública y un plan frente al rebrote de la pandemia”.
“Es una Agencia Estatal, por lo tanto, el rol de la sanidad de titularidad privada vendrá definido por el perfil que determine el Gobierno”
¿Qué papel debe jugar la sanidad privada en su desarrollo?
Es una Agencia Estatal, por lo tanto, el rol de la sanidad de titularidad privada vendrá definido por el perfil que determine el Gobierno. En este sentido, nuestra disponibilidad es como siempre, de absoluta proactividad, disponibilidad y cooperación. La Salud Pública y la Medicina Preventiva, al igual que la enfermedad, no entienden de titularidades, competen e involucran a todos en beneficio de la sociedad; por ello, todos los esfuerzos y recursos que podamos aportar, todos en este sentido, de proteger, prevenir y cuidar bienvenidos son. Es una cuestión de sumar y multiplicar esfuerzos, recursos y voluntades.
La propuesta del Ministerio indica que todas las administraciones públicas, tanto del sector público como del privado, estarán obligadas a suministrar los datos necesarios para cumplir con los objetivos previstos (evaluar el estado de salud de la población, realizar las funciones de seguimiento y vigilancia en salud pública, la detección precoz y la evaluación de riesgos para la salud). ¿Están de acuerdo?
Sin duda alguna. Vivimos en la sociedad de la información en la que el dato y su análisis por las diferentes técnicas que nos ofrece la ciencia que le compete es clave para avanzar e innovar. Los sistemas digitales y las herramientas de inteligencia artificial (IA) permiten ya desarrollar una medicina preventiva, poblacional, participativa y predictiva en términos de salud pública. Y para desarrollar con la mayor exactitud y precisión posibles escenarios en este contexto, es imprescindible aportar a los sistemas de análisis de datos y de machine learning la mayor cantidad posible dentro del universo de información de que dispone un sistema sanitario y recordemos que el nuestro tiene una doble titularidad, pública y privada. Hablamos de un sistema privado que aglutina el 30% de la actividad sanitaria y al que están adscritos más de 11 millones de personas de nuestro país, cerca de un 25%, una de cada cuatro personas empadronadas en España.
"Es imprescindible aportar a los sistemas de análisis de datos y de machine learning la mayor cantidad posible dentro del universo de información de que dispone un sistema sanitario, de la pública y la privada"
La interoperabilidad de los datos sanitarios entre la sanidad pública y privada será clave. En este aspecto, el sector privado ha dado pasos en los últimos años, ¿no es cierto?
Así es. De hecho, estamos inmersos en el desarrollo de la arquitectura de un proyecto muy ambicioso de interoperabilidad y continuidad asistencial que verá la luz definitivamente en el primer trimestre del 2023. Una iniciativa que pretende lograr que los sistemas informáticos de los distintos centros asistenciales puedan compartir sus informes y la historia clínica del paciente, independientemente del lugar donde se hayan realizado.
La interoperabilidad permite reforzar la coordinación entre los distintos niveles durante todo el proceso asistencial y facilita la movilidad del paciente dentro del propio sistema sanitario. Por otro lado, este modelo mejora la eficiencia de los procesos clínicos, contar con más información permitirá a los profesionales disponer de mayor evidencia clínica para realizar un diagnóstico más exacto y prescribir un tratamiento más específico y personalizado. Esto redundará, sin duda, en una disminución de la variabilidad clínica, un problema al que se enfrentan todos los sistemas sanitarios de nuestro entorno desde hace tiempo y, en ese sentido, el nuestro desde luego que no es una excepción. Con todo y con ello se lograría una mayor calidad asistencial que redundaría en una mayor seguridad para el paciente y en una mejora progresiva de los resultados de salud, que, en definitiva, constituye el objetivo fundamental, el más relevante de todo acto médico que se precie.
"Si llegara otra pandemia igual, el resultado desgraciadamente no sería muy distinto ya que los problemas, entre otras cosas, han venido por la falta de capacidad de gestión del Estado"
En la medida en que se consolide un escenario de interoperabilidad clínica y se vaya desarrollando de forma sincrónica con el proceso evolutivo natural del denominado Big Data y sus consecuencias (en forma de elaboración de modelos predictivos que permitan extraer conclusiones válidas que mejoren los procesos y procedimientos actuales de actuación clínica, así como la implantación de modelizaciones en todo el proceso de I+D+i), podremos decir con rotundidad que estamos aprovechando todo el potencial que hoy en día nos ofrece la tecnología y que nos abre, ya no las puertas del futuro sino las del propio presente.
En esta creación, ¿la sanidad privada debería tener más protagonismo? ¿Debe formar parte de los órganos de dirección?
Como he comentado, la Agencia es un Organismo Estatal y es competencia del Gobierno determinar el perfil, estrategia, fines, herramientas, estructura y recursos a aplicar entre otros aspectos clave. Nuestro posicionamiento al respecto es el de mantener como siempre un espíritu abierto y proactivo de colaboración y cooperación en todo lo que sea menester, siempre en beneficio de la población y, por lo tanto, de la sociedad. A través de nuestros informes y datos objetivos, rigurosos y contrastados publicados a lo largo de los 12 años de vigencia de la Fundación IDIS ya todos saben de la realidad y potencial de un sector pujante, en pleno desarrollo como muestra su nivel de actividad e implantación social, innovador y competitivo como es del emprendimiento privado en sanidad.
¿Está el sector sanitario privado de España preparado para futuras emergencias de salud pública?
Lo ha demostrado en la actual en la que el sector de titularidad privada viene asumiendo cerca del 20% de los casos; de hecho, es reconocido por todos los expertos que, sin la participación y cooperación del entorno privado de la Sanidad, la situación hubiera sido del todo insostenible con todo el sufrimiento que esto hubiera conllevado en términos de carga de enfermedad, secuelas y fallecimientos. Sin embargo, si llegara otra pandemia de la misma forma el resultado desgraciadamente no sería muy distinto en estos momentos, ya que los problemas entre otras cosas han venido por la falta de capacidad de gestión del Estado y su incapacidad para coordinar de forma efectiva a las CC.AA. Solo tres datos para refutar la preparación y disponibilidad del sector privado de la sanidad ante eventos de estas características: el 40% de las estructuras e infraestructuras sanitarias de nuestro país son propiedad de la sanidad privada; a día de hoy, tal y como he dicho, más de 11 millones de personas, cerca de un 25% de la población confían y tienen cobertura de un seguro privado de salud; y la actividad desempeñada por el sector se encuentra en el entorno del 30%.