La interoperabilidad de la receta electrónica es una de las actuaciones pendientes por resolver en el ámbito sanitario. Tanto las administraciones públicas como el sector privado están emprendiendo distintas acciones para lograr que los pacientes puedan dispensar sus medicamentos sin necesidad de que se presente la receta tradicional en papel y sin atender a la cuestión geográfica.
En el caso de la sanidad pública, está en marcha el proyecto de interoperabilidad por parte del Ministerio de Sanidad. No obstante, tras cinco años desde que se iniciara el primer programa piloto, tan sólo son nueve las comunidades autónomas que lo tienen implantado completamente. Así, aún existen autonomías en las que los pacientes no podrán retirar sus medicamentos a través de la receta electrónica.
El objetivo del proyecto impulsado por IDIS es "simplificar el modelo actual para facilitar su implantación"
Para resolver este problema, la Fundación del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) va a desarrollar un proyecto que, según ha detallado a ConSalud.es el director general, Manuel Vilches, se basa en un sistema “similar” al de la sanidad pública aunque esperan que este pueda tener “bastante facilidad de implantación y de adaptación, sin distinción de comunidades autónomas”.
El proyecto se encuentra actualmente en fase de piloto y con los grupos de trabajo montados, a la espera de que se produzcan las primeras reuniones a las que acudirán los integrantes del proyecto entre los que se encuentran el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), la Organización Médica Colegial (OMC), así como la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) y distintas aseguradoras.
CARACTERÍSTICAS DEL PROYECTO
El objetivo de este proyecto impulsado por IDIS es “simplificar el modelo actual para facilitar su implantación”. Y es que, según apunta Manuel Vilches, se quiere evitar que cada grupo hospitalario cuente con su propio sistema de prescripción ya que a la hora de aplicar cambios en ellos dificultaría realizar una modificación ágil. La propuesta buscaría “conseguir que cuando un profesional haga una prescripción, la pueda hacer sin complejidad desde los diferentes modelos que hay”.
Con este modelo se garantizaría que "la receta es justo para ese paciente, que está prescrita por un médico colegiado y que cumple con los garantías adecuadas de trazabilidad y seguridad”
Este modelo busca que la prescripción se cruce en tiempo real con la OMC y los colegios de médicos para “certificar que ese médico está acreditado para poder recetar”, asegurando además “cumple con toda la normativa legal para hacerlo”. A continuación, la receta pasaría a una especie de depósito y entrar directamente en el sistema de los colegios de farmacéuticos para que se generase la dispensación.
Es en ese momento cuando el farmacéutico, mediante una identificación del paciente, obtendría la certificación de que “la receta es justo para ese paciente, que además está prescrita por un médico colegiado y que cumple con los garantías adecuadas de trazabilidad, seguridad, etc.”, según ha detallado Manuel Vilches. La intención es que, según vaticina el director general de IDIS, “esté funcionando en un plazo no superior a seis meses”.