El Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) ha presentado este jueves el Informe Sanidad Privada: aportando valor 2022, un documento que, por duodécimo año consecutivo, actualiza los datos del sector privado y pone sobre la mesa su contribución al Sistema Nacional de Salud (SNS).
Bajo el lema ‘Análisis del sistema sanitario español: argumentos para una reformulación’, los representantes de la entidad han mostrado su “profunda preocupación” por la “deriva” que ha adoptado el sistema sanitario público a raíz de la pandemia de la COVID-19. “Frente a datos absolutamente evidentes, que tendrían que interpretarse como signos de alarma, la Administración los define como positivos”, advierte Juan Abarca, presidente de IDIS.
"Nuestra gran preocupación es que los representantes públicos no muestran signos de impulsar acciones que vayan a mejorar la situación"
Tal y como ha expresado en una rueda de prensa celebrada en Madrid, “vivimos en una contradicción”. Buena prueba de ello, ha continuado, son los 795 millones que el Gobierno ha destinado al Plan de Inversiones en Equipos de Alta Tecnología (INVEAT). “Esta partida procede de los fondos europeos para la recuperación de la COVID-19 y es fruto del fracaso del sector público, con una gran obsolescencia tecnológica desde el año 2010”, ha expresado Abarca.
El presidente de IDIS ha llamado a la acción a la Administración, asegurando que el sistema sanitario público refleja “un proceso de degeneración desde hace 30 años”. “Nuestra gran preocupación es que los representantes públicos no muestran signos de impulsar acciones que vayan a mejorar la situación”, ha dicho.
"Somos una alternativa al paciente para ofrecer un trato personalizado, pero no podemos ser la solución a las flaquezas del sistema público"
No en vano, y desde el inicio de la crisis sanitaria, la Fundación IDIS ha apreciado en el sistema sanitario público “problemas de accesibilidad”. “A las listas de espera, que ya se habían convertido en costumbre, estamos asistiendo a problemas de accesibilidad a Atención Primaria”, ha subrayado, enfatizando sus problemas de equidad, desatención a pacientes mayores y crónicos, así como falta de acceso a la innovación farmacéutica y tecnológica.
“Hasta la pandemia de la COVID-19, nuestro sector crecía porque lo hacíamos mejor cada año; ahora seguimos creciendo porque el sistema sanitario público lo está haciendo mal”, ha sentenciado Juan Abarca, dando un último aviso a la Administración: “Somos una alternativa al paciente para ofrecer un trato personalizado, pero no podemos ser la solución a las flaquezas del sistema público”.
ACTUALIZACIÓN DE DATOS 2022
La directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva, ha señalado que "el gasto sanitario privado supone el 29,4% del gasto sanitario total y el dato ha ido creciendo, alcanzando los 33.398 millones de euros, lo que supone el 2,7% del PIB; un porcentaje que, sumado al 0,66% correspondiente al gasto sanitario público dedicado a atención sanitaria en centros de titularidad privada, como conciertos, concesiones y mutualismo administrativo, suma un total del 3,,36% del PIB".
"El sector sanitario privado lleva a cabo el 30,8% de las intervenciones quirúrgicas, registra el 23,1% de las altas y atiende el 24,2% de las urgencias"
Gracias a los más de 9,8 millones de asegurados, excluyendo los mutualistas, se estima un ahorro al Sistema Nacional de Salud entre los 5.679 millones (si el ciudadano cubierto por la póliza privada realiza un uso mixto, consumiendo recursos públicos y privados) y los 15.628 millones de euros (si el ciudadano utiliza exclusivamente el sistema privado).
"El sector sanitario privado lleva a cabo el 30,8% de las intervenciones quirúrgicas (39,1% si tenemos en cuenta parámetros como los conciertos sustitutorios y la red de utilización pública), registra el 23,1% de las altas (30,3% si atendemos a los parámetros anteriores) y atiende el 24,2% de las urgencias (30,9% en el caso de incorporar los mismos parámetros", ha sentenciado Villanueva.