La población española, una vez superado el altísimo consumo de recursos asistenciales por la crisis del Covid-19, se enfrenta a la necesidad y la oportunidad de asumir una profunda modernización para dar una eficiente respuesta a las necesidades asistenciales de la población española y para poder hacerla sostenible, tanto en términos de calidad como económicos.
En este contexto, la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) ha decidido respaldar el Proyecto Venturi, una iniciativa que además de estudiar las repercusiones que ha traído la enfermedad SARS-CoV-2 y de intentar aportar soluciones, trata de analizar el Sistema Nacional de Salud en todas sus vertientes.
"Se trata de un proyecto colaborativo, bajo un ‘concepto paraguas’ al cual unirse aquellos profesionales e instituciones privadas y públicas que crean que su mensaje, sus fines y sus pasos son los necesarios para dar respuesta al reto asistencial al que se enfrenta España"
Su valor va a radicar, por tanto, en el apoyo de los profesionales, la aceptación de la Administración Pública, el apoyo de los prestadores sanitarios, de sus asociaciones y federaciones (FEFE, ANCSSI, Circulo de la Sanidad); así como del mundo empresarial en general.
"Se trata de un proyecto colaborativo, bajo un ‘concepto paraguas’ al cual unirse aquellos profesionales e instituciones privadas y públicas que crean que su mensaje, sus fines y sus pasos son los necesarios para dar respuesta al reto asistencial al que se enfrenta España", asegura Antonio Burgueño, líder de la iniciativa.
Por su parte, Alfonso de la Lama-Noriega, secretario general de ASPE considera que "unirse al Proyecto Venturi va a permitirá conocer cada paso y evolución del trabajo y así contar con información de utilidad para la gestión y organización asistencial, así como para las relaciones con las administraciones".
Dentro del Proyecto Venturi se ha establecido una primera fase para la realización de un estudio que cuantifique el problema real de presión asistencial
Dentro del Proyecto Venturi se ha establecido una primera fase para la realización de un estudio que cuantifique el problema real de presión asistencial, tanto a nivel nacional, como en cada una de las comunidades autónomas, trabajando desde datos históricos y a partir de diferentes criterios que han permitido llegar a las siguientes conclusiones:
- El sistema sanitario español, aun recuperando su “velocidad de crucero” anterior al COVID-19, no dejaría de incrementar el número de pacientes en espera de intervención quirúrgica: más de 200.000 pacientes de diferencia entre operados y los que entraron en espera sólo durante 2019 (teniendo en cuenta que los operados suman también los derivados por el sistema público a provisores privados).
- Durante la pandemia, más de 7.000 pacientes (no Covid) al día tendrían que haber entrado en lista de espera quirúrgica durante el parón asistencial, lo que significa que están en proceso diagnóstico o sin iniciarlo. En un cálculo aproximado, en torno a 400.000 pacientes, el doble de los pacientes que el sistema sanitario no absorbió en 2019.
- Estas cifras permiten concluir que haría falta no menos de 200 quirófanos más, funcionando a un buen ritmo durante un año solo para recuperar la situación de finales de 2019.
- Otros datos preocupantes es la estimación de pacientes de cáncer sin diagnosticar: alrededor de 80.000, un dato que seestá actualmente afinando para su desglose por tipos de neoplasias.
En cuanto a la segunda fase del estudio, se ha procedido al análisis comparativo por CCAA, a través de la elaboración del Índice de Posicionamiento según la situación de las listas de espera quirúrgica, el cual se irá complementando con los correspondientes de consultas y pruebas diagnósticas.