El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá este miércoles en La Moncloa con los consejeros delegados y altos directivos de la industria farmacéutica. Un encuentro con el que esperan continuar con la línea expuesta en la reunión de 2022, en la que anunció la creación de un grupo de trabajo con la industria que fue el origen de la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028, aprobada recientemente.
En el anterior encuentro, la industria comunicó la inversión en España de más de 8.000 millones de euros durante los siguientes tres años y la contratación de al menos 4.500 jóvenes al año a través de su plan de empleo juvenil y de igualdad de género. Todo ello, como parte de un plan que busca generar más oportunidades laborales para este sector, al mismo tiempo que promueven la inclusión y la equidad de género en el sector.
Recientemente, el presidente destacó la posición de liderazgo de España en la UE, entre otros factores, "gracias a la apuesta que están haciendo industrias tan punteras, tan necesarias para el bienestar y la prosperidad de nuestro país como es el sector farmacéutico". Además, el jefe del Ejecutivo señaló que el apoyo al sector farmacéutico supone el 1,5% del PIB en España y crea más de 36.000 empleos directos y 150.000 indirectos.
En el anterior encuentro, la industria comunicó la inversión en España de más de 8.000 millones de euros durante los siguientes tres años y la contratación de al menos 4.500 jóvenes al año a través de su plan de empleo juvenil y de igualdad de género
En torno a la inversión en I+D+i, Sánchez subrayó que el sector cuenta con 22.000 millones de euros, lo que se traduce en un 50% más en seis años, para promover, retener y atraer talento investigador. Además, cuentan con un proyecto estratégico para el sector, el PERTE para la salud de vanguardia, dotado con más de 2.000 millones.
En cuanto a la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028, que el Consejo de Ministros aprobó el pasado 10 de diciembre, cuenta con una hoja de ruta que busca fortalecer la industria del sector para garantizar el acceso a medicamentos de calidad, a la vez que fomenta la innovación y asegura la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) y la autonomía estratégica.
"La Estrategia implantará medidas legislativas y no legislativas que favorezcan un mayor liderazgo público en toda la cadena del medicamento, una mayor prioridad de la salud del paciente en la investigación y una mayor autonomía estratégica del sector", destacaba la ministra de Sanidad, Mónica García, en aquel momento.
Esta nueva Estrategia Farmacéutica se sustentará sobre los mismos cuatro pilares que sostiene la premisa europea en este ámbito: garantizar el acceso de los ciudadanos a medicamentos asequibles y abordar necesidades médicas no satisfechas; favorecer la competitividad, innovación y sostenibilidad de la industria farmacéutica y el desarrollo de medicamentos de alta calidad, seguros, eficaces y más ecológicos; trabajar para situar a la UE como un referente; y mejorar los mecanismos de fabricación y respuesta ante las futuras crisis sanitarias.
"La Estrategia implantará medidas legislativas y no legislativas que favorezcan un mayor liderazgo público en toda la cadena del medicamento, una mayor prioridad de la salud del paciente en la investigación y una mayor autonomía estratégica del sector"
"Creo que este es un acuerdo que tiene que dar pautas para el desarrollo y la inversión de procesos y a la vez ser conscientes de la sostenibilidad económico-financiera del sistema público, que es un gran valor", ha señalado recientemente el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu. Además, añadió que el Sistema Nacional de Salud supone un "gran activo, un gran bien público a defender" y "uno de los puntos fuertes" que valoran las compañías farmacéuticas de todo el mundo para realizar inversiones en innovación o investigación en el país.
Hasta el momento, entre las medidas que contempla la Estrategia se encuentran crear un sistema para la evaluación de la eficiencia de las tecnologías sanitarias y la financiación y fijación de precio de medicamentos; mejorar la evaluación de tecnologías sanitarias y el acceso oportuno a los medicamentos; fomentar el uso de medicamentos genéricos y biosimilares; incrementar la financiación en investigación clínica y preclínica; reforzar las estructuras de soporte críticas en investigación clínica y preclínica; impulsar la regulación y la autonomía estratégica.