Los premios Nobel de Química han conocidos sus ganadores este miércoles. Entre ellos se encuentran la estadounidense Frances H. Arnold (1956), del California Institute of Technology, Pasadena (EE UU), dirigió en 1993 la primera evolución de enzimas, unas proteínas que catalizan reacciones químicas. Desde entonces, ha refinado los métodos que ahora se utilizan habitualmente para desarrollar nuevos catalizadores.
La otra mitad del Premio Nobel de Química de este año es compartido por George P. Smith (EE.UU, 1941), de la Universidad de Missouri, y Sir Gregory P. Winter (Reino Unido, 1951), del MRC Laboratory of Molecular Biology en Cambridge.
Los métodos desarrollados por estos investigadores han permitido diferentes avances industriales y farmacéuticos
En 1985, Smith desarrolló un elegante método conocido phage display (o presentación de fagos o bacteriófagos), que consisten en que estos virus que infectan las bacterias se puedan utilizar para desarrollar nuevas proteínas.
En su caso, Winter usó esta técnica para dirigir la evolución de los anticuerpos con un objetivo: producir nuevos fármacos. El primero de ellos obtenido con este método fue adalimumab, aprobado en 2002 y que se utiliza para la artritis reumatoide, la psoriasis y las enfermedades inflamatorias del intestino.