La vuelta de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos ha logrado poner en alerta al mundo entero en tan solo dos semanas y media. La salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la elección de un responsable del Departamento de Salud con un pasado negacionista son algunas de las medidas más llamativas en el ámbito sanitario, a las que se suman otras correspondientes al apartado económico como su polémica política arancelaria. Esta escalada proteccionista tiene claras consecuencias negativas sobre muchos sectores que verán como sus productos se encarecen en los mercados internacionales, perdiendo competitividad y cuota de mercado.
En el caso de la Unión Europea, Trump aseguró el domingo pasado que los nuevos aranceles son “definitivamente” una medida que implementarán próximamente, “no diría que hay un plazo de tiempo, pero va a ser muy pronto”. Aunque es cierto que no ha mencionado gravámenes directos sobre la industria farmacéutica, este sector puede ser uno de los grandes damnificados de la política del actual presidente norteamericano.
Trump aseguró el domingo pasado que los nuevos aranceles son “definitivamente” una medida que implementarán próximamente, “no diría que hay un plazo de tiempo, pero va a ser muy pronto”
La preocupación tanto de la industria europea como de la española se basa principalmente en que un gran porcentaje de la producción farmacéutica de ambas regiones se destina a la exportación. Según datos de Farmaindustria, las exportaciones de mercancías españolas alcanzaron los 383.700 millones de euros en 2023, que, en comparación con los niveles previos a la pandemia, crecieron un 32,3%.
Además, Estados Unidos se encuentra entre los principales mercados importadores de los medicamentos producidos en la Unión Europea. Prueba de ello, un análisis de Eurostat apunta que en 2023, Europa exportó bienes por valor de 502 mil millones de euros a Estados Unidos e importó bienes por valor de 344 mil millones de euros, lo que generó un superávit de 158 mil millones de euros para la UE. Del total de importaciones, el 16% correspondían al ámbito sanitario.
En esta misma línea, un informe de CaixaBank con datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en relación a los sectores que se ven más afectados por los aranceles norteamericanos, los productos químicos son uno de sectores clasificados con alta exposición al aumento de aranceles, ya que se encuentran entre los que registran mayores exportaciones a EE. UU. y cuentan con aranceles actuales por debajo del 10%.
Este panorama de proteccionismo global perjudicaría claramente el comercio internacional de medicamentos y dificultaría el acceso a tratamientos innovadores
Asimismo, otro de los grandes peligros que plantea la imposición de aranceles por parte de EEUU, y que afectaría a la industria farmacéutica, es que otros países decidan tomar medidas similares, tal y como ha sucedido con China. Este panorama de proteccionismo global perjudicaría claramente el comercio internacional de medicamentos y dificultaría el acceso a tratamientos innovadores, ya sea por el aumento del precio de los fármacos como por la disminución de ladisponibilidad de estos mismos.
Además, la escalada proteccionista también podría dañar la cooperación internacional a la hora de investigar y desarrollar nuevos tratamientos, dejando en segundo plano la salud y teniendo un impacto evidente en la lucha contra enfermedades como el cáncer o el alzhéimer. En definitiva, la más que posible decisión de que Donald Trump imponga aranceles a la Unión Europea plantea una serie de desafíos a los que deberá enfrentarse la industria farmacéutica, al menos, los cuatro años que dura su mandato.