Recientemente, ha tenido lugar la 74ª Reunión del Comité Regional para África de la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebrada en Brazzaville según la Federación Internacional de Asociaciones de Fabricantes de Productos Farmacéuticos (IFPMA) un comunicado de la . Esta asamblea marcó un hito importante en la búsqueda de soluciones sostenibles para la producción de medicamentos, vacunas y otras tecnologías de salud en el continente africano. Durante este evento, se presentó un marco estratégico que busca fortalecer la capacidad local de producción en la región para el período 2025-2035. Este documento representa un intento serio de abordar las vulnerabilidades del sistema de salud en África, expuestas de manera particularmente cruda durante la pandemia de COVID-19.
En concreto, este marco se centra en la creación de un entorno que permita a los países africanos desarrollar su industria sanitaria de manera sostenible. Esto incluye la necesidad de establecer mecanismos financieros robustos, crear un ambiente empresarial estable y ético, y promover la innovación a través de la protección de la propiedad intelectual. Además, se enfatiza la importancia de fortalecer y armonizar los sistemas regulatorios en todo el continente, asegurando que los productos de salud puedan ser registrados y comercializados de manera más eficiente.
Estas recomendaciones destacan la importancia de incentivar la producción local mediante políticas que fomenten la inversión en infraestructura y en la formación de una fuerza laboral local capacitada. Sin embargo, mientras las propuestas son ambiciosas, surge la pregunta de si los países africanos están realmente preparados para implementarlas de manera efectiva.
Su implementación requerirá no solo una colaboración estrecha entre los países, sino también la formación de profesionales
Uno de los puntos críticos del marco es la insistencia en la protección de la propiedad intelectual junto con el fortalecimiento de los sistemas regulatorios y su armonización. La diversidad de marcos legales y regulatorios presenta un desafío significativo para esta propuesta. Aunque la armonización podría facilitar el acceso a los mercados y mejorar la calidad de los productos, su implementación requerirá no solo una colaboración estrecha entre los países, sino también la formación de profesionales capacitados para gestionar estos sistemas.
El documento también enfatiza en la creación de un entorno empresarial estable y ético, que respete la integridad y promueva la innovación. Sin embargo, este ideal choca con la realidad en muchos países africanos, donde la corrupción y la falta de transparencia siguen siendo problemas sistémicos. En este contexto, la propuesta de desarrollar mecanismos financieros sostenibles para apoyar la producción local también es de suma importancia, pero plantea interrogantes sobre la fuente de estos fondos y su administración. Sin un flujo constante y bien gestionado de fondos, los esfuerzos para fortalecer la producción local podrían verse comprometidos.
En su esfuerzo por fortalecer la producción local de medicamentos y vacunas en África, la IFPMA, se ha comprometido a trabajar con las partes interesadas para construir un ecosistema adecuado en el continente africano. Esto incluye contribuir a la armonización regulatoria a través del programa de armonización de medicamentos africanos y el apoyo al establecimiento de la Agencia Africana de Medicamentos. Además, promueven la integridad empresarial y los códigos de conducta, e incentivan la innovación mediante premios como el Jóvenes Innovadores de África para la Salud, en colaboración con la Fundación H3D.
La IFPMA busca facilitar asociaciones entre empresas y promover el libre comercio en la región
Asimismo, la IFPMA busca facilitar asociaciones entre empresas y promover el libre comercio en la región, colaborando con organizaciones como el PAVM y la Secretaría del AfCFTA. Parte de su enfoque incluye establecer asociaciones voluntarias basadas en términos mutuamente acordados, fundamentadas en la confianza, la experiencia y los conocimientos compartidos, para asegurar un desarrollo sostenible y ético en la industria de la salud africana.
Las implicaciones de la implementación de este marco son profundas. Si se logra, África podría tomar un papel más destacado en la cadena global de suministro de medicamentos y vacunas, lo que no solo beneficiaría a los países del continente, sino que también contribuiría a la estabilidad y seguridad sanitaria global. Solo a través de un esfuerzo colectivo y coordinado se podrá alcanzar el objetivo común de mejorar el acceso a la salud en África, garantizando que los avances en la producción local de medicamentos y vacunas se traduzcan en beneficios tangibles para la población del continente.