Alrededor de 35.000 personas mueren cada año en Europa como consecuencia de infecciones resistentes, de las cuales aproximadamente 4.000 en España. Estas son algunas cifras del último Observatorio de Tendencias Cofares: “La Resistencia Antibacteriana, ¿una amenaza para la salud pública?”. Una iniciativa elaborada en el marco de la “Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos”, impulsada por la Organización Mundial de la Salud, bajo el lema “Prevengamos juntos la resistencia a los antimicrobianos”, que se celebra del 18 al 24 de noviembre.
Para desarrollar el Observatorio de Tendencias Cofares se ha analizado, tanto la evolución de la demanda en farmacias de medicamentos antibióticos en los últimos años, como una investigación documental y bibliográfica para avanzar en el conocimiento de las patologías donde más se prescribe este tipo de fármacos.
Entre las conclusiones ponen de manifiesto una magnitud inapropiada en términos de prescripción de este tipo de fármacos en patologías comunes, tales como el dolor de muelas, las infecciones de tracto urinario y las infecciones invernales que afectan a la nariz, los oídos, y la garganta.
El Observatorio de Tendencias Cofares ha analizado tanto la evolución de la demanda en farmacias de medicamentos antibióticos como una investigación en el conocimiento de las patologías
Además, de los resultados obtenidos también se desprende que en odontología se prescriben en torno al 10% del total de los antibióticos consumidos, de los cuales, estiman que en un 70% de los casos estas prescripciones no se consideran adecuadas.
Por otro lado, se observa que las infecciones del tracto urinario (ITU) son la segunda causa más frecuente de prescripción de antibióticos, ya que una de cada cuatro mujeres recibe antibióticos inadecuados como tratamiento. En cuanto a las infecciones respiratorias, concluyen que la mayor parte de los síntomas de las enfermedades invernales pueden aliviarse con otros medicamentos que pueden adquirirse sin receta en la farmacia. En cifras, entre el 44% y el 98% de las prescripciones de antibióticos para las infecciones del tracto respiratorio se clasifican como inapropiadas.
EVOLUCIÓN DEMANDA
El análisis del Observatorio de Tendencias Cofares también recoge que en los años previos a la irrupción de la pandemia de Covid-19 existía un patrón estacional de la demanda de antibióticos, que a su vez, contemplaba volúmenes significativos en seis de los doce meses del año y máximos absolutos y relativos en las estaciones de otoño e invierno.
Un patrón que, evidentemente, se vio alterado en la temporada 2020-2021, al registrarse una significativa disminución de la demanda, en consecuencia de la llegada de la pandemia y las correspondientes medidas de protección instauradas.
Reducir la prescripción inapropiada de antibióticos es crucial para combatir la creciente amenaza global de la resistencia a los antimicrobianos
Tras la relajación de estas restricciones, el informe apunta que vuelve a aparecer a partir de otoño de 2021 un patrón similar, aunque sin alcanzar hasta la fecha los mismos niveles de demanda.
Según apunta Cofares, reducir la prescripción inapropiada de antibióticos es crucial para combatir la creciente amenaza global de la resistencia a los antimicrobianos. Además de que para mejorar el seguimiento de las pautas, es fundamental comprender las barreras que obstaculizan este objetivo. Una comprensión que permitirá dirigir intervenciones efectivas, tanto para médicos como para pacientes, mejorando así la implementación de prácticas más adecuadas.
PAPEL DEL MEDIOAMBIENTE
La principal causa de la diseminación de resistencias en el medioambiente es la actividad humana. Las resistencias circulan libremente a través de los distintos compartimentos, pero los ambientes que han sido modificados o de alguna manera influenciados por la acción humana son los que mayor impacto generan en la abundancia y diversificación de dichas resistencias, poniendo en riesgo el futuro de la medicina humana y animal.
La existencia de residuos de antibióticos en el suelo, agua, sedimentos y seres vivos tiene un papel determinante en la conservación, propagación y difusión de genes de resistencia en el entorno. Cofares concluye que entender a fondo el comportamiento ambiental de los antibióticos resulta de gran utilidad en la batalla contra la resistencia a estos fármacos.