El cambio climático supone, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y The Lancet, la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad, y los profesionales sanitarios de todo el mundo ya están respondiendo a los daños para la salud causados por esta crisis en curso. La NASA afirmó el 15 de febrero que la razón de la tendencia al calentamiento global es que las actividades humanas continúan emitiendo enormes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera; y los impactos planetarios a largo plazo también continuarán.
El sector de la salud, cuya misión es proteger y promover la salud, es uno de los principales responsables de la crisis climática –la mayor amenaza del siglo XXI a la salud- y, por lo tanto, tiene un papel importante que desempeñar en su resolución, siendo un ejemplo para otros sectores. En su misión de proteger y promover la salud, el sector tiene además la responsabilidad de cumplir en no hacer daño en relación con su propia huella climática.
En su misión de proteger y promover la salud, el sector tiene además la responsabilidad de cumplir en no hacer daño en relación con su propia huella climática
A pesar de que ya casi nadie cuestiona el cambio climático, una de las mayores amenazas ahora y desde hace mucho, hay quienes retrasan u obstaculizan medidas efectivas contra el calentamiento global: desde empresas a gobiernos, instituciones e individuos. Son retardistas, y los une habitualmente el negocio o intereses de terceros. Habitualmente camuflan su mensajes siguiendo una serie de estrategias retardistas.
En primer lugar, hacer todo lo posible por evitar, retrasar y obstaculizar toda acción para combatir la crisis climática, por dos motivos principales: intereses económicos y políticos, contener la crítica al capitalismo (sistema de producción y consumo actual), concluyendo que el mayor peligro no son los negacionistas del cambio climático, sino los negacionistas de las soluciones e impactos.
Otra estrategia es ocultarse a diferencias de los clásicos negacionistas para que no se les vea venir fácilmente. Así ganan el relato combinando otros argumentos a los que impactan las medidas, intentando siempre usar a personas vulnerables como ejemplo, siempre con el mismo objetivo retrasar la implementación de medidas.
Hay quienes retrasan u obstaculizan medidas efectivas contra el calentamiento global: desde empresas a gobiernos, instituciones e individuos
Las estrategias suelen ser las siguientes: redigirir la responsabilidad; cherry picking (escoger solo los datos que mejor vienen, obviando el resto, que muestran contradicciones y llenar el discurso de errores), e impulsar soluciones no transformadoras. El único objetivo, en suma, es desviar la atención de medidas más eficaces.
Aquí surge la cuestión de cómo contrarrestar a los retardistas, que son el equivalente a los antivacunas en el mundo de la salud. La solución es sencilla: rebatiendo sus postulados y exponiendo a los responsables de estos argumentos.