En el contexto actual de transformación sanitaria es necesario incorporar criterios de valor en todos los ámbitos, incluido el de la contratación pública en salud. Así, es preciso profundizar en sus peculiaridades, avanzar en el conocimiento de nuevos mecanismos de compra de medicamentos e identificar áreas de mejora que permitan optimizar los procedimientos con los que cuenta nuestro sistema sanitario.
Con este objetivo, se ha celebrado la segunda de las jornadas “Creando valor en Salud a través de la Contratación Pública”, organizada por MSD, en colaboración con SILO.
Durante esta segunda sesión, eminentemente práctica, destacados expertos en contratación pública, juristas y decisores sanitarios han compartido distintas experiencias y buenas prácticas realizadas en comunidades autónomas que aportan valor en salud.
Elena de la Heras, directora ejecutiva de Value& Market Access de MSD en España, ha expresado el compromiso de la compañía “por acompañar a las organizaciones sanitarias en su transformación hacia modelos que permitan detectar ineficiencias para potenciar la financiación de aquellas intervenciones que mayor valor o resultado en salud producen. La incorporación de criterios de valor, más allá del precio, en los procedimientos públicos, tiene como finalidad una mejora de los resultados clínicos, ampliación del acceso a los tratamientos innovadores, así como la optimización de costes asociados principalmente a los procesos”.
El ‘ahorro’ en la compra de servicios y suministros sanitarios "debe contribuir a mantener e incluso a ampliar la cobertura, no a erosionar su calidad y sostenibilidad"
Por su parte, José María Gimeno Feliú, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza, moderador y encargado del cierre de las Jornadas, ha señalado que la compra pública en el marco del Sistema Nacional de Salud debe permitir preservar las notas de sostenibilidad financiera como la equidad del modelo, "lo que exige una visión transversal del ‘mercado público de la salud’ que se aleje de propuestas desproporcionadamente subordinadas a una errónea idea de ahorro económico a ultranza, lo que podría llegar a poner en riesgo notas esenciales de un modelo sanitario público como el español, caracterizado por la universalidad y calidad asistencial”.
Para este experto, el ‘ahorro’ en la compra de servicios y suministros sanitarios “debe contribuir a mantener e incluso a ampliar la cobertura, no a erosionar su calidad y sostenibilidad”.
Para ello ha de abandonarse la idea del precio como único elemento de valoración para la sostenibilidad del modelo de compra pública, de la que el paciente es el principal pilar del sistema y en la que resulta necesaria una rápida respuesta terapéutica, una flexibilidad de soluciones atendiendo al resultado y una fácil incorporación de las innovaciones.
Tal y como se ha concluido en las Jornadas, se requiere de una nueva cultura de compra pública de salud que atienda al concepto de valor, que armonice el valor clínico y técnico de los medicamentos y el valor económico para el propio sistema sanitario. “Y, para ello, es imprescindible favorecer la colaboración público-privada asegurando el acceso a la innovación desde la equidad al mismo tiempo que mantenemos la sostenibilidad del sistema”, ha añadido Elena de las Heras.