En la actualidad, el futuro de la salud mundial está siendo determinado por los datos, ya que las tecnologías emergentes están redefiniendo la manera en que se gestionan los sistemas de salud y se desarrollan tratamientos. Estas tecnologías, que incluyen la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, el big data y la biotecnología, están transformando la capacidad de los profesionales médicos para diagnosticar, tratar y prevenir enfermedades, al tiempo que optimizan los recursos de salud pública.
"En Europa, estas innovaciones no solo brindan oportunidades significativas para mejorar la salud de los ciudadanos, sino que las nuevas tecnologías y los datos de fuentes novedosas ya están generando conocimientos y optimizando los sistemas de atención sanitaria. “La revolución digital ya no es ciencia ficción”, explica Nathalie Moll, directora general de Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA). “El cambio puede llevar tiempo y requiere de nuevas ideas en todo el sistema para aprovechar todo el potencial de la atención sanitaria digital”, añade.
“El cambio puede llevar tiempo y requiere nuevas ideas”
Para maximizar el impacto de las tecnologías emergentes en la salud, es crucial que las partes interesadas, incluidas las empresas tecnológicas, los gobiernos, los profesionales de la salud y los pacientes, colaboren de manera activa y estratégica. Esta colaboración es esencial no solo para acelerar el progreso científico y tecnológico, sino también para garantizar que las innovaciones estén alineadas con las necesidades reales de los pacientes y los sistemas de salud.
Como explica Moll para ConSalud.es, a nivel de la UE, este ha sido un área con una actividad significativa, a pesar de los desafíos inherentes a la transformación de sistemas grandes y complejos. “En 2020, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, estableció una visión para aprovechar las oportunidades de la era digital dentro de límites seguros y éticos", manifiesta Moll. “Desde entonces, las instituciones de la UE han adoptado una serie de propuestas horizontales a través de la Ley de Datos, Ley de Gobernanza de Datos, Ley de Inteligencia Artificial, y la primera propuesta sectorial para datos, el Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS)”.
Dada la importancia de compartir datos sanitarios con pacientes, profesionales sanitarios, investigadores sanitarios públicos y privados y sistemas sanitarios en su conjunto, desde la EFPIA aseguran acoger con satisfacción el acuerdo final sobre el Reglamento del Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS), reconociendo que es el momento crucial para crear beneficios a largo plazo para los pacientes de toda Europa.
Los datos sanitarios son un importante catalizador para impulsar el descubrimiento de terapias innovadoras, en particular en áreas donde las opciones terapéuticas son inexistentes o insatisfactorias. Por lo tanto, el acceso a los datos sanitarios es vital para facilitar la investigación y mejorar los resultados de los pacientes.
“La asistencia sanitaria digital es fundamental para satisfacer las necesidades de la población europea. Para que esto suceda, es necesario acelerar el desarrollo de políticas, la infraestructura y la inversión, junto con esfuerzos sostenidos para generar confianza pública y salvaguardar la privacidad de los pacientes”, explica la directora general de Federación.
“Es necesario acelerar el desarrollo de políticas, la infraestructura y la inversión”
Mejorar la alfabetización sanitaria y digital e implicar a los pacientes y otras partes interesadas en cada etapa puede ayudar a crear un sistema basado en datos que funcione para todos. Europa posee un marco sectorial y horizontal integral que aborda diferentes aspectos relacionados con la protección de la privacidad, el acceso y uso de los datos, y la aprobación de medicamentos y dispositivos médicos seguros y eficaces; sería importante garantizar una implementación coherente para proporcionar mayor claridad sobre qué reglas se aplican en escenarios específicos.
“Dado que los aspectos técnicos clave de la legislación recientemente adoptada aún deben definirse en la legislación secundaria, hacemos un llamamiento a todas las partes interesadas, en particular a la Comisión Europea, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y las autoridades nacionales, para que consulten periódicamente con la industria para garantizar que las medidas de aplicación sean viables y a prueba de futuro”, concluye Moll.