Facebook le ha declarado la guerra a las ‘fake news’ sanitarias. La red social está incluyendo en todas sus plataformas, incluida Instagram, un método para que los propios usuarios puedan denunciar una publicación que contenga información falsa sobre salud.
El proceso es muy sencillo. El usuario debe tocar los tres puntos situados en la esquina superior derecha y seleccionar ‘informar’, después ‘no es apropiado’ y por último el motivo de la denuncia, en este caso ‘información falsa’.
Estados Unidos está viviendo el peor brote de sarampión desde 1992 por la falta de credibilidad de las vacunas
Esta medida ha tenido una buena acogida por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que asegura en un comunicado que “acoge con agrado el compromiso de Facebook de garantizar que los usuarios encuentren datos veraces sobre salud”.
Además, ambos organismos llevan meses reuniéndose para establecer un sistema a través del cual las personas puedan acceder a información a la par que se reduce la propagación de información inexacta.
Para la OMS, las grandes empresas digitales tienen una responsabilidad para con sus usuarios, velar por que tengan acceso a datos veraces sobre las vacunas y sobre la salud. “Sería extraordinario conseguir que las redes sociales y las plataformas de búsqueda se unieran para sacar el mayor partido de su influencia conjunta”, asegura Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
La gran mayoría de las informaciones falsas que se mueven a través de las redes sociales ponen en duda la efectividad de las vacunas. “La difusión de información errónea sobre las vacunas es una importante amenaza para la salud mundial que podría hacer retroceder décadas en los progresos logrados en la lucha contra las enfermedades prevenibles”, denuncia Tedros.
Estados Unidos es el mejor ejemplo de la situación que describe el director general de la OMS. En el último año se han difundido muchas noticias que ponen en duda las evidencias científicas de estos tratamientos. Esto ha provocado que se haya registrado el peor brote de sarampión desde 1992, con más de 1.200 casos.