La inversión en I+D biofarmacéutica aumenta 2.874 millones de euros en un solo año

Un nuevo informe de IQVIA sobre la investigación en el sector biofarmacéutico recoge un notable aumento en la inversión pero una disminución del 17% en el inicio de ensayos clínicos desde 2021, volviendo a los niveles prepandemia

Investigación en cáncer (Foto. Freepik)
Investigación en cáncer (Foto. Freepik)
Ander Azpiroz
26 marzo 2025 | 19:30 h

La inversión en investigación y desarrollo (I+D) en el sector biofarmacéutico ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años, hasta el punto de pasar de 71.000 millones de dólares (6.582 millones de euros) en 2023 a los 102.000 millones de dólares (94.559 millones de euros) en este último año. Este es uno de los datos más llamativos del informe publicado hoy mismo por IQVIA ‘Global Trends in R&D 2025: Progress in Recapturing Momentum in Biopharma Innovation’.

El ecosistema de la innovación en este sector ha ido evolucionando y expandiéndose en respuesta a grandes incertidumbres geopolíticas, tecnológicas y sociales. A pesar de estas dificultades, el informe recoge un flujo constante de inversión en I+D, de 2019 a 2024, acumularon un total de 486.000 millones de dólares (450.548 millones de euros), lo que se traduce en casi el doble de los 282 mil millones dólares (260.502 millones de euros) de los cinco años anteriores, es decir, de 2015 a 2019. Una diferencia cuantitativa que pone de relieve un aumento en la confianza y el interés por la innovación biofarmacéutica.

De 2019 a 2024, acumularon un total de 450.548 millones de euros, lo que se traduce en casi el doble de los 260.502 millones de euros de los cinco años anteriores

Este crecimiento en la inversión tiene claras implicaciones para el futuro del desarrollo de medicamentos y terapias. El flujo de capital permite a las empresas biofarmacéuticas explorar nuevas fronteras en la investigación, acelerar los ensayos clínicos y, en definitiva, llevar tratamientos innovadores al mercado. Además, el hecho de potenciar la investigación tanto en términos financieros como de tiempo, permite ir más allá en áreas terapéuticas que antes se consideraban inviables, abriendo así nuevas posibilidades para abordar enfermedades complejas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Otro de los puntos que destacan en el informe de la IQVIA son los ensayos clínicos realizados a lo largo de estos últimos años. Más concretamente, el informe recoge que entre 2021 y 2024, se observó una disminución del 17% en los inicios de ensayos clínicos, hasta los 5.318, marcando un regreso a los niveles de actividad previos a la pandemia en 2019. Esta caída se debe principalmente a que durante los años de la pandemia, particularmente en 2021, se había registrado un aumento del 21%, impulsado por la necesidad urgente de investigar tratamientos y vacunas para el COVID-19. Un aumento que reflejó el esfuerzo monumental de la industria biofarmacéutica en respuesta a la crisis sanitaria global y la necesidad de contar con ellos en momentos tan duros como la pandemia.

En este senido, las compañías con sede en China han sido un motor importante en el ámbito de los ensayos clíncos, con un porcentaje creciente del total, alcanzando hasta el 30% de todos los inicios en 2024. Aunque, según advierten desde IQVIA, la velocidad de ese aumento ha comenzado a moderarse, lo que podría ser indicativo de una saturación en la capacidad de nuevas investigaciones o de un cambio en la estrategia de inversión en I+D.

La caída se debe principalmente a que durante los años de la pandemia, particularmente en 2021, se había registrado un aumento del 21%, impulsado por la necesidad urgente de investigar tratamientos y vacunas para el COVID-19

En cuanto a eficiencia en el proceso de I+D, el informe apunta que en 2024, solo 12 medicamentosfueron lanzados dentro de un período de10 años desde su primera patente, lo que representa una caída significativa en comparación con el promedio anual de 21 lanzamientos entre 2020 y 2023. Esta situación refleja la creciente complejidad del I+D en la industria farmacéutica, donde las regulaciones más estrictas y las expectativas de eficacia y seguridad están prolongando los tiempos de desarrollo. Planteando así un desafío crítico para las empresas, que deben adaptarse a un entorno que exige tanto innovación rápida como cumplimiento de altos estándares regulatorios.

En definitiva, el informe concluye que a pesar de los avances significativos que se observan en la ciencia y el incremento de inversión en I+D, hay una gran camino por recorrer en términos de mejorar la eficiencia y la productividad de la I+D en el sector biofarmacéutica. Según apuntan desde la IQVIA, las compañías del sector deben seguir adaptándose a un entorno de investigación en constante cambio y utilizar diferentes estrategias para lograr el objetivo final de desarrollar productos farmacéuticos.

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